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08/07/2025 13:42 | Selección Nacional

Poco premio para tamaño torneo

Argentina finalizó en la 12° posición del Mundial U19. Un cierre que tuvo muy poco que ver con lo realizado por el equipo a lo largo de la competencia. El elenco de Polla jugó a buen nivel, luchó ante todos, aunque padeció cierres y tiros clutch que no entraron, y que le hubiesen dado un marco mejor a lo que se vio verdaderamente en cancha. Lo repasamos.
Autor:José Fiebig (@Josefiebig en twitter)
Poco premio para tamaño torneo

Argentina finalizó en la 12° posición del Mundial U19. Un cierre que tuvo muy poco que ver con lo realizado por el equipo a lo largo de la competencia. El elenco de Polla jugó a buen nivel, luchó ante todos, aunque padeció cierres y tiros clutch que no entraron, y que le hubiesen dado un marco mejor a lo que se vio verdaderamente en cancha. Lo repasamos.

Para muchos desde afuera será un nuevo fracaso, pedirán la cabeza del entrenador, dirán que no recambio y que perdimos contra elenco de segundo orden. La realidad es otra más allá que los resultados mandan y la posición final es la que es. Argentina hizo un gran Mundial U19 con un súper destacado y diferentes jugadores que dieron un paso al frente y que piden pista dentro de sus competencias y con buen potencial.

Poco premio para tamaño torneo

El proceso de Argentina finalizó en Suiza. Luego del muy buen Sudamericano que terminó con el equipo en lo más alto tras imponerse a Venezuela, llegó la durísima Americup en Buenos Aires con una fase de grupos al límite, el triunfazo ante Venezuela (justamente) para llegar a semis, imponerse ante Canadá y batallar ante el notable elenco de Estados Unidos (campeón en el Mundial U19).

Argentina mantuvo su base, lógicamente con Mauro Polla a la cabeza, quien le dio una gran impronta a sus equipos, desde el juego, la intensidad defensiva, la propuesta, los roles claros, quien sí y quien no dependiendo los momentos y mostrar que se puede desarrollar y ganar (o ir por el intento) al mismo momento y dentro de una competencia tan feroz como un mundial.

Poco premio para tamaño torneo

El equipo llegó con buenas expectativas y por momentos pudo cumplir desde el juego, la defensa, y los resultados. Es cierto, hubo cierres dolorosos por errores propios o bien virtudes del rival, tiros clutch que no quisieron entrar y detalles que afectaron la performance final de un equipo que se entregó muy bien en cancha, que supo competir y hasta dominar ciertos rivales de gran nivel.

Argentina fue sorprendido por Nueva Zelanda en la primera jornada dentro de un duro revés para iniciar la competencia. Se redimió de manera notable ante una escuela del básquet y potencia como es Serbia sumado al éxito final ante un durísimo elenco desde lo físico y defensivo como Mali (no hay que subestimar más a los africanos). Un grupo donde Polla fue sacando conclusiones en roles y qué jugadores podrían tener otros minutos y protagonismo en el devenir del torneo.

Poco premio para tamaño torneo

El partido del torneo fue ante Eslovenia. Argentina no logró hacer pie, fue cambiando su imagen, mejoró hasta un final donde tuvo chances de sobra, pero falló en la última con un lanzamiento de Díaz Gimenez (en una acción bien o mal tomada según como se mire y teniendo cerca a Minzer en velocidad), quien venía con la confianza por las nubes pero sin éxito al final.

Fue un golpe duro no clasificar a unos cuartos de final donde Argentina hizo lo méritos, impuso condiciones, mostró buen básquet, su intensidad y jugadores en un nivel top pero sin premio. De hecho, Israel hubiese sido el rival (y con buenas probabilidades de poder dar un paso más). Nos terminamos yendo de un extremo al otro. Detalles, los que nos faltaron o los que nos jugaron en contra.

Poco premio para tamaño torneo

Argentina en general ofreció un buen básquet. Contó con su diferencial en el torneo que fue Tyler Kropp en juego, movilidad, gol, solvencia cerca del canasto y jugando de frente con el tiro de tres como otra opción. Minzer, más allá de sus problemas físicos, mostró el enorme potencial que tiene y su capacidad para liderar. Sucatzky dio un paso al frente, estuvo en otra velocidad, se sintió su ausencia en cancha, excedido en dribbling pero generoso y un creador de juego de luxe.

Hubo jugadores con poco marketing y cartel que funcionaron muy bien. El mencionado Jorge Díaz Gimenez, Matías Pikaluk y Fidel Cifuentes Rotta. Todos utilitarios desde sus posiciones y roles, que fueron teniendo mayor participación (bien ganada), con otro protagonismo, presencia, y subiendo su nivel cada vez que fue necesario. Ojala en la siguiente Liga Nacional los veamos un poco más.

Poco premio para tamaño torneo

La necesidad en otros jugadores de entender que roles tenían que ocupar y no simplemente ser ofensivos para tener minutos en cancha. Rasparse para el equipo, ser funcionales en defensa, rebotear, ser más agresivos y dar algo más además de solo tirar de tres, volcar el balón o subir la bola. Algo que algunos entendieron mejor que otros.

¡Qué injusticia! ¿No? Jugar bien en varios tramos, competitividad 10%, tener una idea de juego, defender fuerte, tener intensidad y hasta variantes más tus jugadores top y terminar tan lejos en un mundial que lo podría haber dejado a Argentina muy alto.

El desgaste físico, los detalles de cierre (tantos en decisiones como defensa), los libres y rendimientos opacos en otros elementos, detalles técnicos o tácticos que hicieron que no lleguemos a buen puerto. Hubo poco premio para tamaño esfuerzo. Un gran torneo sin el puesto merecido. Bien por los pibes.

José Fiebig

@Josefiebig