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03/10/2020 10:30 | Liga Nacional

Valores y patrimonios

(Opinión) En tiempos de jugadores experimentando otras ligas y mercados, que Paolo Quinteros -nada menos- continúe jugando al básquetbol y en la Liga Nacional es sobresaliente.
Autor:Martín Pellegrinet (@soyelpelle)
Valores y patrimonios

Regatas Corrientes informó durante la semana que pasó la renovación del contr1ato de Paolo Quinteros. En medio de un contexto atípico, donde la atención está puesta en cómo continuar, de qué forma, podría pasar como una noticia más del “mercado de pases”. Pero no debería.

La renovación del contrato de Quinteros es significativa. El entrerriano es hoy -y desde hace mucho- el emblema y la marca indeleble de su club, y uno de los de la Liga Nacional.

Quinteros jugará su décima campaña con los correntinos, donde fue campeón de la Liga. Tan o más importante que su aporte en la cancha es su legado y su representatividad, porque el entrerriano, que también conoció el éxito en otros lados, eligió a Regatas como Regatas a él. De esas uniones que trascienden.

Durante la conferencia de prensa previa al clásico del condado de Yorkshire, donde su equipo Leeds United venció como visitante al Sheffield United uno a cero, le preguntaron a Marcelo Bielsa qué pensaba sobre el hecho de que el capitán de su equipo Liam Cooper fuera a cumplir 200 partidos vistiendo la camiseta del club. El rosarino hizo una valoración conceptual de la figura de Cooper: “yo creo que es parte del patrimonio de la institución. Me refiero al patrimonio moral de la institución. Las instituciones son más fuertes cuando poseen referencias con las cuales el público se identifique por la estatura de su conducta”.

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Las palabras de Bielsa calzan a la perfección para la relación de Quinteros y Regatas. Ninguno de los chicos de las formativas o el mini basquet “remero” vio a Quinteros brillar en el TNA con La Unión de Colón, salir campeón de la Liga con Estudiantes de Olavarría o Boca. Tampoco lo vieron destacarse en España, donde venció al prejuicio de ser “chiquito” para el basquet europeo. Tampoco lo vieron competir contra el Pichi Campana ni Kobe Bryant. Por comentarios o rumores, alguno buscará sobre cómo ese jugador llegó a ser medallista olímpico.

Hasta deben ser pocos los menores de 15 años que tengan recuerdos claros de cómo jugaba Paolo en el equipo de Regatas que salió campeón de la Liga Nacional en 2013, donde fue baluarte junto a Yacaré Kammerichs y Paraguayo Martínez. No importa. No hace falta.

El valor de Quinteros ya no está ahí. Estuvo, y todo lo que hizo no se borra ni se mancha. Lo suyo ahora está en otro lado.

Leo Gutiérrez, que cuando empiece la temporada 2020/2021 dirigirá su cuarta Liga, le dijo hace poco en una riquísima entrevista al sitio Enganche.com.ar que “ese grupo -la Generación Dorada- te ayudaba en todos los detalles que podían hacerte mejor en tu carrera. Yo nunca la adopté esa dieta porque no me hacía bien. Nunca me adapté. Soy muy amante de la pasta, del queso, de los embutidos, y no la podía hacer. Si la hacía quizás me estiraba un par de años más la carrera”. El jugador más ganador de la historia de la Liga jugó su último partido profesional unos días antes de cumplir los 39 años. Paolo cumplirá 42 enero mientras vista la camiseta de Regatas.

El mismo Gutiérrez, no obstante, exprimió su cuerpo hasta el último día: en el receso por las fiestas de fin de 2016 podía vérselo entrenar en la cancha de Peñarol junto al preparador físico del equipo y un entrenador asistente. Leo, que padecía cuatro hernias de disco entonces, entrenaba bajo el agobiante calor en la que él ya sabía que era su última temporada, donde su equipo apenas apuntó a salvarse del descenso. Grandeza.

También Bielsa se dirigió -esta vez mediante una carta pública- a “Las Leonas” de Sydney 2000 durante el último fin de semana. Se cumplieron 20 años de la gesta en aquellos juegos olímpicos, donde el equipo de hockey femenino sobre césped argentino obtuvo la medalla de plata, se originó el mítico nombre y cambió para siempre la historia de ese deporte en el país. “El deporte se convierte en un componente de la cultura, que al mismo tiempo divierte, apasiona y educa, tanto al jugador como al espectador. A través de idolatrar a sus protagonistas, se gestan símbolos con lo que la sociedad se identifica. Los deportistas y equipos que son referentes, si bien precisan del triunfo, dan el paso decisivo en su constitución cuando se independizan de éste”, escribió el ex entrenador de la selección. “El amor por el juego es el que finalmente une todas las partes”, finalizó.

Paolo Quinteros seguirá jugando. Lo disfruta Regatas. Se enaltece la Liga. Lo celebra el basquet todo.

por Martín Pellegrinet
@soyelpelle

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