Atrás quedó la Universidad de Temple. Ahora comienza el desafío para el base cordobés que optó por su llegada al Brescia de la Legadue italiana. Destacó las diferencias con la NCAA en el nivel de juego e intentar conseguir mayor experiencia en Europa. Además el gran desarrollo de su hermano Gustavo en los Juegos ParaOlímpicos de Londres.
- Es una oportunidad para sumar experiencia en la Legadue. Sí, esa es la idea. Olimpia Milano me envío a Brescia para eso, para sumar minutos en cancha. Comenzar a conocer un poco la Lega y la Legadue que es similar pero sobretodo para sumar minutos. La otra opción era quedarme en Milano entrenando pero sin jugar demasiado porque no tenía lugar en el equipo. Por eso decidimos y estoy contento porque para el principio de mi carrera es importante.
- ¿La decisión la tomaste junto a Sergio Scariolo y su cuerpo técnico o con la dirigencia? Ellos armaron el equipo antes de comenzar la pretemporada y me comunicaron que la idea era cederme porque contaban con tres bases, el cuarto era yo. A mí tampoco me cayó mal la idea y a partir de ahí entre mi representante y los dirigentes empezaron a buscar cuál era la mejor opción. Durante todo el verano se habló de muchísimos clubes y se llegó a una decisión de venir a Brescia pero fue decidido entre ambas partes pensando que era lo mejor para mí en esta temporada.
- Se habló de una posible llegada a Argentina pero tu objetivo era jugar en Europa. Era lo que vos querías. Sí, era lo que yo quería pero hubo muchas opiniones y muchos puntos de vista. Cada vez que aparecía una opción, Olimpia Milano siempre quiso que me quedara en un lugar cerca de Milán; quizás para tener un mayor control sobre mí para poder observarme durante los partidos. La idea de jugar en Argentina me entusiasmaba muchísimo pero a ellos no les convencía. También hubo ofertas de España porque mi representante es de ahí pero al final se decidió por lo que quería el Milano. Además para adaptarme a todo respecto al país, al juego y al idioma. Igual yo estuve de acuerdo para sumar minutos en los partidos.
- Mucho se habla sobre esta decisión que toman los jóvenes de quedarse en Europa, más allá de que la Liga Nacional tienta mucho. Sí, a la hora de decidir hay muchas cosas que entran en juego. Cada caso es particular y habría que analizarlo. En el caso mío, no decidía yo solamente sino que había tres partes que opinaban y la única verdad es que siempre se pensó lo mejor para mí. El nivel de la Liga Nacional está muy alto y me hubiese encantado volver. Además para estar en el país porque uno extraña un poco cuando está afuera. Pero yo me fui de mi casa con el objetivo de jugar en Europa y ahora me salió un contrato por suerte. Uno hace el sacrificio y deja todo los cartuchos que tiene para intentar jugar y ganarse un lugar acá. Dentro de algunos años, si sale la posibilidad de jugar en la Liga, siempre dije que me encantaría jugarla. La viví con mi Papá desde que nací y por desgracia no tuve la oportunidad de estar antes de irme pero en mi casa se dieron las cosas así y ahora estoy intentando ganarme un lugar en Italia.
- ¿Cambia mucho el nivel de juego respecto a la NCAA? Jugué varios amistosos con Milano, también con Virtus Bologna porque estuve entrenando una semana y ahora con Brescia. El nivel obivamente cambia y lleva un proceso de adaptación. Pasé de un básquetbol universitario a uno profesional porque el primero por más infraestructura que tenga, por más organización o nivel que tenga, no deja de ser un básquetbol no profesional. Cuando llega acá o cualquier Liga profesional se encuentra con otro mundo y en muchos sentidos. Lleva un proceso de adaptación. Acá se juega más duro y más físico con jugadores más experiencia y mañosos. Por eso era la idea de venir a jugar a Brescia.
- ¿Cómo observaste al Olímpico Gustavo Fernández en Londres? Para todos fue increíble. Si le preguntas a él, te va a decir que quería más; ganar una medalla pero no se da cuenta que recién comienza con 18 años. Está jugando contra rivales muy experimentados de 35 y 40 años. Me parece que ayuda un poco para que tenga más difusión al deporte adaptado sobretodo en Argentina. Está muy contento y la familia el doble porque lo vemos que está feliz y realizando lo que quería desde chiquito que es jugar a un deporte. Y mirarlo ahora con la edad que tiene y que haya disputado un Juego Olímpico, creo que ni él tiene la dimensión de lo que está logrando. Esperemos que siga este camino y que siga disfrutando, eso es lo más importante.
parece que los estoy viendo a los dosnenitos esperando al lobito salir de la cancha en el polideportivo cerutti cuando jugaba en Atenas... como pasa el tiempo! exitos chicos!