Regulando

El partido le vino muy bien al cervecero que necesita sumar minutos de rodaje para saber que es lo que quiere en la cancha. El equipo esta poco rodado, suma tres partidos y aún esta muy lejos de jugar de acuerdo a las ambiciones y expectativas que genera. Estudiantes de bahía mostró la fragilidad de todo equipo que se presenta sin extranjeros. Calvester Ferguson es nacionalizado y con su maltrecha rodilla hace lo que puede. Pero la pelearon.

Quilmes sacó ventajas iniciales con su defensa del juego interior, forzando pésimos tiros del rival con nulo rebote ofensivo. Sin ser mucho más en ataque tomó distancias (9-3… 11-6… 16-8) pero se encendió Mariano Franco y redujo la ventaja a dos. El partido era impreciso, con muchos errores no forzados.

Quilmes sufrió horrores, al igual que el clásico ante Peñarol, el problema de las pérdidas (21 en total) algunos pases a la platea, a posiciones vacías, a las manos de los rivales. Digno de en equipo que no junto 10 jugadores para entrenar. La Copa Argentina le vendrá muy bien al equipo del Huevo Sánchez para rodar en pista lo que pretende.

En ataque profundizó el juego, hundiendo casi todas las pelotas en la pintura rival, no buscó el tiro de tres puntos (1/4 en el primer tiempo y 2/3 en el segundo) y entre la buena defensa y la poca claridad de Estudiantes para atacar sacó diferencias de 10 puntos en el segundo cuarto. El ingreso del pibe Hernán Etchepare le dio una buena mano a su equipo, más un encendido Mariano Franco (9 pts en el parcial) mantuvieron a Estudiantes. Hubo un buen primer tiempo de Ramzee Stanton que rinde parejo y Quilmes se fue al descanso con 5 de luz (38-33)

En el segundo tiempo Estudiantes siguió con la marca hombre a hombre y buscando en ataque casi tanto desde el perímetro como desde la pintura. Por suerte para el albo contó con 12 rebotes ofensivos que le dieron importantes segundas instancias. La ausencia de los extranjeros es vital en el equipo de Guillermo López.

La diferencia en el tablero siempre osciló en el orden de los 10 puntos, pero en la cancha el desarrollo decía que por mucho que reme Estudiantes estaba corto de argumentos. Abusó de la individualidad y resolvió muy apurado casi siempre ante la marca quilmeña.

De todos modos, salvo un rato del último cuarto Sebastián Ginóbili no estuvo lúcido y con dos bases muy veloces como Etchepare y Titarelli (jugaron un buen rato juntos de 1 y 2) se le complicó tanto al Sepo como a Carabajal. Calderón y Brezzo no estuvieron fino en la pintura y mucho aportó Robinson para sacar distancias.

Gerardo Barrera, que lució de pasador, reboteador, goleador, asumiendo responsabilidades por todos, se desgastó con el partido y fue bien tomado, sin él Estudiantes perdió peso en la pintura y Quilmes liquido el juego sacando 13 (78-65) a dos minutos del final. Luego, un parcial de 2-8 decoró el resultado.

Síntesis
Quilmes (80): Sebastián Ginóbili 14, Javier Martínez 10, Ramzee Stanton 14, Chukie Robinson 22, Pedro Calderón 8 (FI), Agustín Carabajal 2, Juan Pablo Sánchez 10, Diego Brezzo 0 y Facundo Piñero 0. DT Oscar Sánchez

Estudiantes (73): Fernando Titarelli 16 (X), Mariano Pizzo 9, Mariano Franco 22, Gerardo Barrera 11 y Calvester Ferguson 4 (FI); Javier Scheines 0, Hernán Etchepare 6, Martín Ghirardi 2, Lucas Faggiano 0, Agustín Amore 0 y Nicolás Paletta 3. DT: Guillermo López.

Parciales: 19-15, 38-33, 65-55
Árbitros: Oscar Britez - Pablo Leyton
Estadio: Once Unidos (Público 450 espectadores)
Autor: Pablo Tosal (ptosal@pickandroll.com.ar)


Peñarol con lo justo

Luego de sacar 12 puntos en el tercer cuarto, el conjunto que orienta Carlos Romano se quedó sin ideas en ataque, y El Nacional basándose en una excelente defensa casi le roba el partido. José Muruaga con 25 fue el goleador del encuentro.

Antes de comenzar esta segunda fecha, y tomando los nombres de cada equipo no había mucho análisis por realizar. Era evidente el poder que podría desplegar el conjunto marplatense en relación a lo que podría ejecutar el oriundo de la capital del básquetbol. Sin embargo, la primera mitad fue muy pareja.

El visitante tomó las riendas del juego, bajó la órbita ofensiva de un muy eficaz Jason Osborne. El local, que tardó unos minutos en acomodarse en cancha llegó a estar seis abajo (6-12), pero de la mano de Ariel Zago fue revirtiendo esa situación, hasta colocarse a uno. Finalmente el cuarto se cerró a favor del miltayitas por 16 a 13.

En el segundo periodo fue el anfitrión el que pegó más duro de entrada. Con la apuesta a los juveniles, Juan Andrés García encontró el aire suficiente para todo su quinteto, y este, al retornar al campo no desentonó. Peñarol fue todo mitad de cancha en esos diez minutos. De los 18 puntos que logró, solo cuatro vinieron de sus internos (Mikulas y Pelletieri) y en defensa, de a ratos, perdió la brújula que había tenido en el primer chico.

La vuelta de vestuarios le dio un plus al elenco de la feliz, que de no haberlo tenido, posiblemente, no hubiese logrado el mismo resultado. Con un parcial de 12 – 0 arrancó esa tercera etapa, de la mano de un José “Pepe” Muruaga imparable. Tres triples, más un doble y falta, en menos de tres minutos de haberse reanudado el juego.

La ventaja más amplia que tuvo el conjunto de Romano en toda la noche, hacía suponer que al partido, irremediablemente, le quedarían muy pocos minutos de vida. Y si bien el comienzo del último acto encontró al visitante arriba por 11 (51 a 62) la historia iría cambiando paulatinamente.

El Nacional planteó el último chico en tres etapas. La primera consistió en una defensa hombre, con ayudas en el poste bajo, logrando que Peñarol agote su cuenta de 24 segundos si encontrar un tiro cómodo. Luego, promediando el cuarto, comenzó a presionar sobre mitad de cancha, doblando en las esquinas, ocacionándole pérdidas a su rival. Sobre el cierre extendió su presión a toda la cancha, logrando igualar el tanteador en 76 a menos de un minuto.

Las opciones del marplatense se fueron agotando, y de un tercer cuarto con muchas variantes pasó a un último periodo con escasas jugadas de quinteto, y muchas fichas al juego en pareja (grande – chico). Con una penetración del “Gabo” Mikulas por eje de cancha, pasó a ganar 78 a 76, a falta de 3.6 para que culmine el encuentro.

El Nacional pidió minuto y luego de eso repuso de mitad de cancha. El balón, que cruzó a lo ancho todo el campo y en sentido diagonal fue para Federico Ferrini, quien estaba siendo defendido por José Muruaga. El tucumano solo miraba a su hombre, y es por eso que no observó el recorrido del pase. Luego de hacerse del balón, el ex Ferro hizo una finta de lanzamiento, la cual hizo que el ex jugador de Estudiantes de Olavarría saltara y cayera sobre él.

Con dos tiros para igualar el tanteador, el bonaerense marró el primero, y buscando errar el segundo lo convirtió. Peñarol repuso de fondo y la pelota le llegó a Sebastián Festa quien recibió falta. Con 0.5 por jugar, y al no estar aún en penalización El Nacional; el milrayitas volvió a reponer de costado, y al hacerse del balón nuevamente Festa, el encuentro terminó.

Síntesis:
El Nacional (77): Farías 6, Ferrini 24, Sepúlveda 7, Zago 15 y Evans 14 (inicial); Sahdi 7, Saavedra 0, Ugarte 0, Heinrich 4, Diomedi 0 y Gutiérrez 0. DT: García.

Peñarol (78): Rodríguez 10, Locatelli 10, Mata 2, Osborne 6 y Pelletieri 6 (inicial); Muruaga 25, Mikulas 14, Diez 2 y Festa 3. DT: Romano.

Parciales: 13 – 16 / 34 – 34 / 51 – 62
Árbitros: Sampietro – Rosas.
Estadio: Norberto Tomás (200 espectadores)
Autor: Emanuel Niel (eniel@pickandroll.com.ar)

Foto: Majo Gil - Depto de Fotografía de Pick and Roll

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