Un buen vestuario soluciona cosas

Este grupo de jugadores comandados por Enrique Tolcachier lograron no solo un tercer puesto histórico en la Liga Nacional de Básquetbol. Su éxito va mas allá. Hoy esta plaza volvió a ser confiable desde todo punto de vista. Ahora otra vez los agentes ofrecen a jugadores de trayectoria para que vengan al sur y esto gracias a la correcta elección del grupo que representó a la ciudad en la temporada que se va.

Estos dirigentes de perfil bajo, austeros, que no dudaron en echar mano a recursos propios para que la institución no desaperezca, ahora deben disfrutar de este presente. Han logrado revertir la imagen del club, comenzar a sanearlo y, encima a esto le suman un lugar en el podio de los mejores de la Liga 2002/2003.

Parece tan lejano aquel tiempo de los entrenamientos sin luz, de la falta de gas, de la incertidumbre de saber si habría básquet profesional o si se sucumbía ante los embates del dinero vecino y se vendía la plaza.

Este club soportó en los estrados judiciales ver como se esfumaban sus instalaciones, su camping, ver como el esfuerzo de los Socios Fundadores se reducía casi a la nada. Pero con la conducción de Mario Rodrigo, un grupo de gente creíble se arremangaron y le dieron sin descanso en pos del objetivo. Jamas Gimnasia y Esgrima tuvo que afrontar un juicio por falta de pago a jugadores o cuerpo técnico, y esta vez no fue la excepción.

Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia es mas que el tercer puesto en la competencia o la contestación a la oferta para ocupar la vicepresidencia de la ADC. Es mas porque un vestuario logró que dirigentes honestos puedan caminar por la calle sin tener que bajar la cabeza.

Que el festejo dure para siempre.

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