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09/10/2001 15:15 | Liga Nacional

Peñarol busca una solución

No sólo las derrotas preocupan al cuerpo técnico y dirigentes de Peñarol. Por primera vez, en mucho tiempo, el equipo sufre una crisis de identidad y de juego. Potenciada por la salida por lesión de Juan Manuel...
Autor:Pablo Tosal

Desde que Carlos Romano se hizo cargo de la dirección técnica (5ta fecha de la A2 de la temporada 1999/2000), Peñarol sufrió un cambio más espiritual que de juego. El público, siempre amante de los equipos combativos y temperamentales, se identificó rápidamente. Una de las principales características que tuvo la era Romano, fue la prolijidad. Pocas pelotas perdidas (terminó 16to con 11 de promedio) en la temporada anterior, buena selección de tiros, y un espíritu inquebrantable en los momentos más difíciles. La rápida eliminación en cuartos de final frente a Libertad de Sunchales opacó lo bueno que se hizo.

Pero para esta temporada, la ida de Joseph Bunn no fue el principal problema. El goleador le daba 27 puntos de promedio por juego y la seguridad de tener un hombre confiable para los cierres de partido en ofensiva, pero defensivamente daba ventajas. En esta liga que recién comienza Peñarol tiene problemas muchos más agudos que suplir la ausencia de una goleador.

Muy acostumbrado a defender duro, hoy el equilibrio defensivo es prácticamente nulo. A Peñarol le corren mucho el contraataque, y da ventajas cuando tiene que ir en el hombre a hombre (especialmente Moore).

El cuerpo técnico esta preocupado por el bajo nivel que ha tenido Sebastián “Tato” Rodríguez, muchas veces “boicoteado” por Tim Moore y Josh Pittman que suben la pelota y toman decisiones por arriba de sus pretensiones. En el ataque estacionado, cuando la pelota debe llegar a los internos, nunca sucede con claridad.

En esta temporada, Fernando Rodríguez se asentó como escolta y dejó de compartir la base con su hermano y ahora, con la salida de Locatelli, seguramente jugará mucho más tiempo en esa función. El relevo que utilizó el “negro” fue Lisandro León Liguori, un juvenil de tan sólo 17 años.

A todo esto, la crítica situación económica del país, conspira contra lo que la dirigencia busca como solución. El primer fusible del equipo será Tim Moore quien entra en una etapa de dos partidos de gracia (miércoles contra Estudiantes de Olavarría y viernes frente a Gimnasia Y Esgrima de La Plata). Entre los probables reemplazantes tiene muchas chances el nombre del ex Atenas y Pico FC, Jason Osborne.

Por el momento, la etapa de decisión de un recambio para el extranjero, o la llegada de un nacional en la media cancha, tiene como plazo las próximas 72 horas. En donde puede quedar definido buena parte de la suerte de Peñarol.

Pablo Tosal

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