En ocasión del partido que Peñarol disputaba con Racing de Olavarría por la quinta fecha del Torneo Provincial Juvenil de Clubes, anoche, el entrenador de Peñarol de Liga Nacional, Carlos Romano protagonizó...
Autor:Pablo Tosal
Cuando restaban 1´ 11´´ para el final del tercer cuarto, y el juego estaba ya definido (ganaba Peñarol 76-41), el jugador visitante Javier Lerchundi se acercó a Bruno Romano para pedirle disculpas por una fuerte falta, que no fueron aceptadas por el local .
Entonces, desde la tribuna, el padre de Ignacio Catanzaro (y tambien de Gabriel, jugador del Atlético Mar del Plata) insultó a Romano hijo con vehemencia. Muy cerca de él, Carlos Romano se levantó de su asiento para pedir explicaciones, tras lo cual Gabriel Catanzaro -el entrenador lo dirigió en el último provincial de mayores-, quien también estaba en la tribuna, le aplicó un golpe a Romano padre. Tras la sorpresa incial el entrenador buscó desquite, y entre varios que trataron de detenerlo, hubo un forcejeo que terminó con Romano perdiendo el equilibrio e impactando con su rostro en los tablones de las gradas.
Al incorporarse y notar su rostro ensangrentado, el tucumano perdió el control y, enceguecido por la ira siguió increpando a Catanzaro.
Lo concreto es que el partido estuvo suspendido media hora, y los arbitros lo hicieron continuar pero a puertas cerradas. Catanzaro tuvo que salir del lugar escoltado por tres policias ya que Romano lo esperaba en la puerta. Afortunadamente no se registraron más incidentes tras la retirada del jugador.
Luego del partido, Romano presentó una denuncia por agresión en la seccional segunda, en tanto el club Peñarol denunciará a Catanzaro en los tres niveles: Asociación marplatense, Federación de Provincia y Confederación Argentina. “Para mí -dijo dijo Miguel Belza- Catanzaro no tiene que jugar más al básquetbol hasta que le dé de alta un psicólogo”.