El espectáculo del verano

Todo para Quimsa, el desarrollo, el tanteador, el espectáculo grupal, individual, el presente y el futuro. Hubo partido durante 33 minutos, antes que Quilmes, sacado por sus protestas con los árbitros bajara los brazos. Durante el juego, salvo al inicio, siempre dominó Quimsa. Luego el final se desvirtuó en protestas, una lástima para la clase de efectividad y juego que dio la visita.

Los primeros 7 minutos del partido fueron del local que pudo ejecutar mejor el plan maestro. Tayavek Galizzi contuvo a Battle y Clark a Gabriel Deck. Quimsa tuvo que valerse por ejecuciones de tres puntos para abrir la defensa del local que tuvo respuestas ofensivas en todas las posiciones. A pesar del enorme dispositivo defensivo anti-Baxley pergeñado por Santander el escolta extranjero local se las ingenió para anotar y dar juego.

Cuando Quimsa probó con una zona, Clark lo abrió enseguida con un triple y el técnico visitante ya no quiso repetir la subestimación de Santiago del Estero donde Clark había bombardeado la defensa (4/6). Quilmes ganaba 14-10 cuando la visita pudo dar vuelta el resultado, no tan así el desarrollo.

Mejoró la ofensiva visitante que no lució trabada con una buena dinámica de Fernández Chávez que además aportó un triple y un doble más un triple de Leo Mainoldi. Ellos castigaron perfecto la rotación defensiva local para ganar el primer cuarto 16-20 con un parcial de 2-10 en los últimos 3 minutos.

La defensa de Quimsa había logrado el cometido de cortarle el ritmo ofensivo a Quilmes, obligando a jugar lento pero también lo llevó a la equivocación (5 pérdidas). Balones vitales para generar la exigua diferencia.

En el segundo parcial enseguida Baxley lo trajo a la vida a su equipo con 5 puntos seguidos para recuperar el liderazgo (21-20). La paridad en 23 después de 3 minutos le molestó a Silvio Santander que debía corregir los problemas ofensivos. Al regreso, la visita metió un parcial de 3-9 para tomar la primera luz de la noche de seis puntos (26-32).

Quilmes siguió buscando el poste bajo con Romero, con Maciel, con las penetraciones pero el cerrojo defensivo de Quimsa fue perfecto. Las respuestas en puntos no aparecieron ni con los libres (2/6). Una noche torcida ante el rival menos permisivo. A pesar de haber endurecido la defensa y sacar ventajas con ella, Quimsa tuvo que vivir de su armada perimetral para sacar ventajas al cierre del primer tiempo (8/13 en triples). La visitan tiró 5/13 en dobles en los primeros 20 minutos y Quilmes sabía que por el desarrollo podía pelear, pero con esos porcentajes fusionados era imposible meterse en el juego.

El tercer cuarto fue un poema. Diez minutos inolvidables con Quimsa jugando un básquetbol de admirable, con individualidades que exceden el nivel de la Liga. Y el partido se hizo maravilloso, porque aún con Quimsa dominante y tremendamente efectivo, Quilmes no abandonó nunca la lucha, las ganas de ganar y la fe en sí mismo. El segmento se lo llevó Quimsa a todo gol 27-29.

La distancia se fue rápido a 16 puntos (33-49) con Diego García dando un recital de puntos, pero Quilmes regresó al partido (40-49) con los triples de Maciel (jugando como ala pivote) y las mandadas de Cequeira, quien compartió media cancha con Vildoza y Baxley. Las ausencias de Marín y Ortiz le prohibieron a Ramella una rotación normal pero la decisión de sacar a Ivory Clark y meter un perímetro con más gol y Maciel de cuatro que le brindó el cuento de la manta corta: goleaba y era goleado.

El partido tuvo entonces a un genio que brilló con luz propia. Diego García se iluminó como en los mejores tiempos de Ben Hur. Indetenible para una defensa que lo marcó seguidor. Quimsa hizo abuso de su buen juego de cortinas y cuando García conseguía el metro detrás de los pick no paró de lastimar anotando 16 puntos (4/5 en triples, 2/2 en dobles) en 5 minutos y medio en una de las secuencias más espectaculares del campeonato. Quimsa merecía ganar por 20 solo por el volumen ofensivo y Diego García, pero el juego estaba entre 13 a 9 puntos de distancia porque Quilmes no paró nunca de luchar.

Cuando ingresaron al segmento final la distancia era de 11 (57-68) y Quilmes lo bajó inicialmente a nueve con mucho por jugar (61-70). Pero lentamente sobre el cierre el juego se fue desvirtuando, con un equipo local que se metió en todo tipo de protesta con los árbitros y se olvidó de pensar. Dos faltas en las cortinas le dieron libres a Deck, luego una falta técnica y enseguida dos triples seguidos de Fernández Chávez ante un Baxley que ya se negaba a marcar abrieron inmediatamente el partido (61-80) para que Ramella determine el reingreso de Clark para marcar a Diego García. El cambio, con 19 puntos por debajo a falta de 7:30 y con un Quilmes ya frustrado, tuvo sabor a nada.

La impotencia de no poder frenar la lluvia de triples del rival y la bronca por algunos cobros de cortinas en movimientos y no cobros de faltas recibidas terminaron deteriorando a un Quilmes que podía jugar 80 minutos y jamás podría alcanzar al rival. Lo que sucedió fue que el juego terminó antes y el espectáculo se transformó generando un mal clima general y un equipo que terminó divirtiéndose en el campo ante la frustración local.

Lo más concreto siempre es el juego. Y allí Quilmes no tuvo chances ante Quimsa. La actuación de Leo Mainoldi fue sobresaliente, con 4/4 en triples, facturando a pie firme siempre las ayudas en la rotación defensiva. Lucas Pérez no tan ofensivo como siempre se dedicó a dar juego (6 asistencias) y en la rotación que metía Santander todos fueron aportando (Fernández Chávez, Deck, Battle) como en un engranaje perfecto de una maquinaria voraz. Quilmes no tuvo nada que hacer contra eso.

Por eso es bueno saber que si se dice que hubo un mal arbitraje, porque lo hubo, es porque el resultado hubiera sido el mismo. Pero seguramente hubiéramos visto un equipo que dignamente (y nada más) luchaba hasta el final. Responsables del espectáculo si pero jamás del resultado, que por obra y gracia de este equipo fusionado no fue más grande porque el partido solo tiene 40 minutos.

Quimsa tiene un básquetbol de alto vuelo e individualidades que rinden en niveles superiores a sus rivales. Diego García y Leo Mainoldi en niveles europeos, el resto con la confianza y la concentración por las nubes. Un equipo que se muestra como el puntero de la competencia brindando dos recitales en Mar del Plata para ratificarse como máximo candidato al título. Lo de Quilmes, mientras luchó fue digno. Sobre el resto deberá hacer borrón y cuenta nueva, que su torneo, lejos está de terminar.

Síntesis
Quilmes (72): Luis Cequeira 18, Walter Baxley 16, Maximiliano Maciel 13, Ivory Clark 6 y Tayavek Galizzi 10 (FI) Diego Romero 2, Luca Vildoza 7, Rubén Wolkowyski 0, Jeffrey Merchant 0 y Bruno Provenzano 0. DT Leandro Ramella

Quimsa (97): Nicolás Aguirre 3, Diego García 25, Sebastián Vega 4, Gabriel Deck 12 y Robert Battle 14 (x) (FI) Damián Tintorelli 2, Leo Mainoldi 18, Juen Fernández Chávez 11 y Lucas Pérez 5. DT Silvio Santander

Parciales: 16-20, 30-39 y 57-68
Árbitros: Fernando Sampietro y Silvio Guzmán
Estadio: Once Unidos – Mar del Plata

Fotos: Carlos de Vita (ligateunafoto.com)

Crónica: Pablo Tosal (@pablotosal)
www.pickandroll.com.ar