LN 23-24: Boca con un torneo (y final) de película
Boca se llevó la temporada 23-24 de manera increíble. Tras un comienzo con muchos grises, cambio de entrenador y altibajos, el xeneize encontró regularidad, química, oficio y una jerarquía de sobra para vencer a Instituto y volver a salir campeón.
Autor:José Fiebig (@Josefiebig en twitter)
Un torneo que rozó lo histórico por un campeón casi inesperado. Si bien Boca se reforzó para pelear la temporada 23-24, sus problemas de juego, vaivenes, cambio de entrenador, defensa hacían del equipo hasta vulnerable hasta que se acomodó y dio el campanazo en unas finales verdaderamente increíbles ante el favorito Instituto. Allí apareció el oficio, la calidad individual y colectiva, la conexión, la localía y diferentes argumentos que llevaron al xeneize a la consagración. Lo repasamos.
Carlos Duro contó con un elenco de enorme poderío. El bombazo fue la vuelta del cordobés José Vildoza a la Liga Nacional para liderar al equipo, sumado a Schattmann y Mata como enormes laderos y otro regreso de luxe como el de Sebastián Vega tras 12 años. Un equipo largo, con variantes, velocidad en su banca y extranjeros que podían sumar. A Boca le costó mucho acomodar los roles, los tiros de cada jugador y los momentos para sacar diferencias.
Si bien comenzó 6-1 la temporada, le comenzó a costar tener regularidad y alimentar a su gran equipo. Comenzó a ceder desde lo colectivo, fallar en ofensiva, perder partidos en casa (dos seguidos con Quimsa y Riachuelo), perdió ante Olímpico, cayó de manera sorpresiva en Santa Fe ante Unión. Vildoza comenzó a ir al banco, hubo chispazos, el equipo sin hacer pie en su juego y tras una pobre marca de 17 - 12 y quedar a la 12° posición, la dirigencia decide la salida de su entrenador.
Sin dudas hubo un cambio absoluto. Gonzalo Pérez desde su entendimiento del mundo Boca pero inexperiencia como entrenador principal supo asumir de enorme manera y encaminar al equipo. El xeneize ganó 7 de 9 en la recta final, un partido clave ante San Martín en Corrientes que lo metió en la discusión por los mejores cuatro. Mantuvo su ritmo, intensidad defensiva, roles más claros, foráneos colaborando un un fantástico cuarto puesto (24 - 14) para ir directo a cuartos de final.
Los playoffs de Boca fueron impactantes. Comenzó enfrentando a San Lorenzo, se sacó la tensión tras el 79 - 77 inicial, sostuvo la localía y en el cuarto encuentro ganó 77 - 68 demostrando sus mejores respuestas en defensa con un elenco solvente con Mata y Vega como estandartes más un Vildoza más resolutivo y conectado con el resto. Langston empezó a ser crucial y la banca supo cuando entrar a producir.
La semifinal fue una locura. Un nuevo enfrentamiento ante Quimsa, donde cedió 82 - 74 el primer partido, y si bien se quedó con la localía, la perdió en el tercer encuentro (78 - 73). Volvió a Santiago del Estero tras empatar 2-2 luego de contundente 84 - 70 y realizar un 5to juego monumental desde lo colectivo, mental, y con oficio de sobra para ganar 74 - 69 y dar el primer gran golpe.
¿Qué decir de las finales? Una verdadera película para ver y repasar mil veces. Instituto comenzó dominando más allá de ganar uno de los dos partidos en suplementario y adelantarse 2-0. La historia planteaba las muy pocas veces que un equipo logró dar vuelta una serie que arrancó así, aunque Boca lo logró. Vildoza (16.1 ppp, 4.7 rpp, 3.4 app) tomó la posta más un fenomenal Schattmann (11.2 ppp, 40% en triples), quien venía lesionado y regresó con todo.
Boca emergió como local, cambió el chip desde su defensa para celebrar 77 - 68 y 70 - 66 bajando el ritmo de su rival y mandando un claro mensaje de cara a los siguientes compromisos. Mata (9.1 ppp, 5.5 rpp, 2.2 app) y Vega (7.9 ppp, 5.0 rpp, 2.1 app) fueron capataces en juego, defensa, intensidad y puntos clutch a distancia. Boca ganó un heroico 80 - 77 en Córdoba y volvió a Buenos Aires con la ilusión totalmente cargada.
El sexto partido fue inmenso. El partido cargó mucha tensión, a Boca le costó manejar el partido, aunque defensivamente contuvo bien a Instituto y sus variantes sumado al juego físico. Luego de terminar iguales en 35, Boca mejoró su ritmo, eficacia y velocidad para empezar a dominar las acciones. Tuvo la ventaja de 49 - 39 con un colectivo que brilló en su plenitud.
Mainoldi y Barber en un gran nivel, Schattmann con los puntos claves para estirar a 64 - 50 y dar rienda suelta. Vega y Mata como ejes en gol y defendiendo arriba, Vildoza suelto, con espacios y liderando. Todo a pedir de Boca y un inmenso 4-2 viniendo del 0-2.
Boca se llevó la temporada 23-24 de manera increíble. Tras un comienzo con muchos grises, cambio de entrenador y altibajos, el xeneize encontró regularidad, química, oficio y una jerarquía de sobra para vencer a Instituto y volver a salir campeón. El xeneize se llevó su cuarta Liga Nacional en la historia, volvió a celebrar luego de 17 años en modo cine.