Ganar y no morir en el intento

El hincha de Quilmes sabe que para ir a ver a su equipo deberá estar bien del corazón, porque la situación se tensa cada vez más, se nota, se transmite y cada partido es un parto. El cervecero logra momentos de juego de alto vuelo, logra dominar al rival pero cae en pérdidas y situaciones impropias de un equipo maduro, inverosímiles en muchos casos y le da al rival la posibilidad de aprovecharse de sus propios nervios. Le pasó ante Atenas y le vuelve a pasar frente a Boca, pero esta vez con victoria para Quilmes.

Esta vez ante Boca comenzó dominando a su rival con una efectiva marca del poste bajo para no darle chances de movimientos a Kevin Hernández mientras Walter Baxley producía goles de todos los colores. El local mandaba por 13-7 pero Boca se puso rápidamente en juego cuando encontró triples en las manos de Weigand y Ramirez Barrios para ayudar a un doble y falta que por fin consiguió Hernández en la pintura y el xeneize pasó al frente 13-15.

No obstante Quilmes cerró el primer cuarto con un parcial 10-0 aprovechando el ingreso al gol con más variantes y diferentes manos. Pudo acelerar y lastimar el aro rival bien de cerca (23-15).

En el comienzo del segundo cuarto llegaría una acción que cambiaría el curso del juego. Boca estaba muy atado al gesto individual de Adrián Boccia (1/7 de campo) que trató de postearse sobre Baxley para sacarle ventaja pero lució muy errático, no obstante Boca apostó siempre a darle la pelota a él.

En una acción ofensiva Boccia dejó un tiro muy corto por una falta de Ruiz que el árbitro no vio y le dio continuidad al rebote defensivo de Quilmes. En el aro de enfrente Boccia recriminó muy fuertemente al árbitro Sampietro la falta no cobrada y se ganó la sanción técnica. Luego siguió protestando y a pesar de la advertencia del árbitro no le quedó más que bajarle la segunda técnica consecutiva y fue descalificado. De tal modo a falta de 7:30 del segundo cuarto y con Quilmes ganando 26-21, Boca perdía a su mejor arma.

Desde allí el partido se desvirtuó un poco más porque Boca tuvo que ir a un plan “B” y en plena incomodidad ofensiva de la visita Quilmes aprovechó para florearse y sacarle 15 puntos de ventaja. La distancia trepó a 46-31 a falta de 1:30 para la primera mitad. Con Vildoza muy activo en los dos costados de la cancha, más los triples de Ruiz y las acciones de poste bajo de Gallizzi, Quilmes disfrutó de tener gol y variantes.

Pero a Capelli le salió bien el doble pivote Hernández-Collins porque el americano tuvo gol en el tiro de tres puntos. La doble base Treise-Ferreyra también fue buena por la puntería de Nicolás. Tres triples de Collins, dos de Ferreyra más uno de Ramírez Barrios armaron un inusual 6/6 en triples en el segmento para la visita, que sin tener claro por dónde ir, al menos sabía que tenía que seguir luchando. Y los tiros de larga distancia le ayudaron a mantenerse en partido y cerrar abajo 48-39 el primer tiempo.

El segundo tiempo abrió con tres triples seguidos para Boca (49-48) y meter un parcial extendido desde el cierre de la primera mitad de 1-15 con 5 triples. De todos modos Quilmes tenía claro cuál era el camino y lejos de intimidarse por la lluvia de gol del rival tuvo paciencia y puso la pelota bien cercana al canasto. Así con tres dobles de Gallizzi y uno de Cequeira de contraataque construyó un parcial de 8-0 para volver a escaparse (57-48).

Boca ya sin la efectividad de triples (llegó a tirar 11/13) tuvo que activar otra vez Hernández en el poste bajo más un Treise que estuvo encendido y dominó el duelo de bases, sobre todo contra Cequeira que atraviesa un flojo mes de enero.

En pequeñas acciones es cuando Quilmes destaca sus torpezas para cerrar los cuartos, le pasó en el cierre del segundo y le volvió a pasar en el tercero cuando pasó de ganar 65-56 permitiendo un parcial de 0-8 de Boca en los últimos dos minutos del cuarto para ingresar al tramo final 65-64.

Con el doble de Treise en el comienzo del último cuarto Boca tomó la delantera 65-66 (parcial extendido de 0-10) Desde allí el partido se hizo muy friccionado, con una gran dosis de nervios y equilibrado. Quilmes lo tenía a Vildoza aportando puntos y dos buenas acciones de Romero mientras que Boca contestó con Jony Treise como herramienta más confiable.

Pero de un equilibrado 75-74, Quilmes se disparó por nueve arriba (88-79) gracias a Enzo Ruiz que tomó todas acciones muy inteligentes para sumar 7 puntos en fila decisivos cuando solo restaban 1:16 para la finalización.

Allí Quilmes demostró que estará hecho para sufrir. Boca no podía ganar el juego ni arrimarse a discutir el tanteador si no contaba con la complicidad del local. Y eso hizo el cervecero. Baxley y Vildoza perdieron balones claves, Boca convirtió 6 puntos muy fácil y rápido y a falta de 18 segundos se había puesto: 88-85. Luego fue detenido con Falta Ruiz que desde la línea de libres selló el resultado final no solo asegurando la victoria que es lo más importante sino incluso hasta recuperando la diferencia a favor en caso de empate con Boca.

El xeneize dejó en evidencia con la descalificación de Boccia que necesita un escolta foráneo que ayude al quipo, está muy corto en la rotación y depende de situaciones especiales como los tres triples de Collins de hoy. Quilmes ganó y eso es suficiente noticia para el cervecero, pero también fue una buena construcción de equipo esta victoria.

Síntesis
Quilmes (89): Luis Cequeira 4, Walter Baxley 23, Enzo Ruiz 18, Maximiliano Maciel 3, Tayavek Gallizzi 13 (FI) Luca Vildoza 17, Diego Romero 6, Fernando Calvi 5, Bruno Sansimoni 0 DT: Leandro Ramella.

Boca Juniors (85): Jonatan Treise 23, Adrián Boccia 2 (des) Fabián Ramírez Barrios 12, Axel Weigand 3, Kevin Hernández 16 (FI) Nicolás Ferreyra 9, Lucas Gargallo 6, Jordan Collins 14. DT: Adrián Capelli.

Parciales: 23-15, 48-39 y 65-64
Árbitros: Fernando Sampietro y Leonardo Mendoza
Estadio: Once Unidos – Mar del Plata
Fotos: prensa Quillmes y fotos LNB

Pablo Tosal
@pablotosal