La mirada del 2008

El básquetbol es grandioso y tiene muchas cosas buenas, entre ellas que no sigue un año calendario. Suelo no detenerme a mirar el balance del año. Mal hecho (ya lo sé), pero es una obra más bien empresarial que afectiva. Lo digo redondamente: hacer un balance del año es cosa de viejos.

Cuando uno tiene 20 años y pasa la vida como todo héroe de 20 años, no se detiene a pensar que si sus 20 fueron mejores que sus 19. Si besó más que el año pasado, si salió más, si paseó más. A medida que pasan los años las cosas ocurren más lentamente. Es verdad que son más importantes y por eso merecen reflexiones.

Cercano a los 30 empezaron mis balances del año, las cosas que se postergan para el futuro, las cosas que ya se han hecho y salido bien, más las que deben volver a repetirse. Desde entonces los estoy haciendo, cada vez con mayor frecuencia.

El balance de los acontecimientos del año es un hecho empresarial. Las empresas, las instituciones, las competencias son las que buscan en los balances la pauta de reflexión para saber si vamos bien o vamos mal. Además como hay sobreabundancia de información y de medios, los balances llenan espacios en TV, diarios, revistas y por supuesto Internet.

Acá va el nuestro:

El básquetbol argentino tiene en el 2008 un gran número de hechos significativos. El campeonato de las Américas para Peñarol, la Liga Sudamericana para Regatas Corrientes, el campeonato sudamericano de Selecciones para Argentina, El Diamond Ball y la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Beijing también para la selección. Además quedan grabadas las imágenes de los campeones domésticos como Libertad en la Liga, la Copa Argentina para Atenas y el Super 8 para Regatas Corrientes, todo eso en mayores, más el campeonato sudamericano de selecciones U-15 y el Panamericano U-18. Por si fuera poco por primera vez en a historia (saquen fotos) Argentina esta primera en el ranking FIBA.

La Liga Nacional de Básquetbol argentino sigue siendo la competencia más larga y jerarquizada de América después de la NBA. Habría que notar en sus defectos el permanente efecto de erosión sobre los clubes. En Venezuela las franquicias ganan dinero y juegan con 4000 personas de promedio por partido. No obstante aquí son infinitamente más grandes las ventajas que las contras.

El 2008 ha sido para el básquetbol argentino rico en resultados y una meseta en materia de crecimiento. En el área Selección Nacional fue un punto alto la tarea que Enrique Tolcachier realizó con las categorías menores, un punto bajo fue no coordinarlo con la Selección mayor y permitir llevar un jugador que salía de una lesión a un Juego Olímpico. Para no jugar se podría haber llevado un juvenil para que haga experiencia.

En la Liga hubo picos altos en el ingreso de los nuevos sponsors corporativos como Medife, Mercedes Benz, Adecco, Tarjeta Naranja y ondas depresiones en los presupuestos de los clubes y en la renegociación del contrato televisivo con Torneo y Competencias. La crisis internacional además marca un rumbo lleno de incógnitas en el futuro. Aunque la competencia ha sorteado momentos mucho más virulentos que este.

Mientras no haya un cambio radical en los mecanismos estratégicos y de marketing para crear una base donde el negocio redituable sea la piedra basal no habrá paz para el Básquetbol. Nada es definitivo pero “achicar el margen de error” es la obligación de todos si queremos más años de competencia profesional. Por lo tanto seguimos esperando que cuando termine el año de acuerdo a los cambios estructurales digamos: éste fue el mejor año. Por ahora sólo lo medimos con resultados.

Que tres de las cuatro competencias internacionales de clubes en América hayan sido ganadas por equipos argentinos, que la selección siga brillando, a nivel sudamericano con jugadores de nuestra liga y a nivel mundial con los máximos exponentes del básquetbol europeo y de NBA, es para festejar hasta que se acabe la bebida. El 2008 ha sido esto: éxitos deportivos, consolidación como potencia mundial del segundo deporte del planeta.

El 2009 debería traer noticias del futuro. De un lugar donde el básquetbol aun no ha llegado: a la profesionalización definitiva de todos los estamentos. Un futuro donde no haya lugar para las improvisaciones sobre la marcha, los parches y las apuestas a la capacidad de gestión para salir de cada coyuntura.

En lo particular para Pick and Roll el 2008 fue un gran año. Pudimos estar presentes con enviados especiales en tres de los cuatro grandes acontecimientos del básquetbol argentino: en Mexicali con Peñarol, en Corrientes con Regatas, en Beijing con la selección, y nos faltó Chile. Además apostamos (y lo seguiremos haciendo) al básquetbol femenino y estuvimos en Madrid con la selección.

Viajar no es lo único reestructuramos todas las áreas internas de la web (ahora vuela), sacamos el área de estadísticas, seguimos apostando mucho dinero a la estética de la página y finalmente lo decoramos con la salida de una revista digital que será cada vez más grande y sin dudas la mejor del básquetbol argentino. Tenemos el alma inquieta y se vienen grandes noticias para el 2009, por ahora son proyectos pero si Dios nos acompaña como hasta hoy, saldrán con seguridad.

Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar