La resurrección

Como ustedes sabrán el camino de la resurrección lleva su peregrinaje. Y aunque no estamos en tiempo cronológico exacto de calendario Quilmes igual lo ha transitado. Primero fueron los carnavales, esas fiestas prometidas, anticipadas, el despilfarro, las malas elecciones, luego llega la cuaresma, el tiempo de ayuno, del sufrimiento, de contracción hasta desembocar en la resurrección.

Y fue así, hasta religiosa la victoria del cervecero. Son dos puntos que bien podría no decir nada. Pero la resurrección no es por la tabla, no es por sumar de a dos, es por encontrar un equipo cuando aún tiene tiempo de ponerse de pie y pelear.

Quilmes no encontraba el camino de la victoria, pero no estaba perdido (nunca se puede perder el que no sabe a dónde va), en la confusión de armado y desarmado de su plantel, por primera vez en la temporada parece haber encontrado un equipo, que el tiempo dirá si puede o no mantener la categoría, pero ahora al menos tiene pinta de equipo, que puede trazar un plan, que puede jugar, que tiene alternativas. Bahía Estudiantes fue el testigo de todo y dio crédito de esta realidad jugando un partido de menor a mayor pero abdicando en el último tiro.

El partido se dividió en dos mitades muy diferenciadas. El primer tiempo fue de Quilmes y el segundo de Bahía Estudiantes con situaciones bien definidas. El local aprovechó un mejor comienzo alimentando a Clarence Matthews en el poste bajo y generando lo que habitualmente le falta a Quilmes: espacios. Como consecuencia de la presencia del pivote Ferreyra y Smith aprovecharon para anotar sendos triples y darle gol a la ofensiva del cervecero.

Bahía Estudiantes salió frio en defensa, si cabe el concepto podríamos decir que salió “especulativo” con Faggiano buscando a sus internos pero con tibieza, por lo que sus propios rompimientos y los de Mojica terminando siendo la solución ante la imposibilidad de ponerle la bola al poste bajo. El ingreso de Enzo Ruiz le trajo muchas soluciones a Pisani ante un equipo que no movía bien el balón dos triples suyos fueron vitales para ganar el primer cuarto 18-19.

El desmadre para la visita llegó en el inicio del segundo cuarto. Su primer problema ocurrió en ofensiva. Chocó ante una defensa sólida, muy voluntariosa que lo obligó a tirar incómodo y de los malos tiros, Estudiantes tuvo un pésimo balance defensivo. Hacía mucho tiempo que Quilmes no corría el contraataque, y su defensa más la impericia de Bahía le permitió que desde rebote metiera tres bandejas de contraataque con ventaja.

El técnico visitante paró el juego (24-19 a falta de 8:40) odiado porque su equipo no tenía respuestas en ninguno de los dos costados de la cancha y se entregaba mansamente al rival. Pero nada cambió, el ingreso de Pepe Sánchez fue más de lo mismo, la velocidad y el nivel de ejecución en Bahía Estudiantes seguía siendo el mismo. Quilmes se lo comía con actitud defensiva y mejores tiros.

Michael Smith demostró credenciales de buen tirador y “Faca” Piñero metió dos triples ante la zona que plantó la visita. Con la llegada del gol exterior, el peso de Truscott y Matthews en la pintura Quilmes negoció casi todo el segundo cuarto una diferencia de 10 puntos hasta que se alejó a 14 al cierre de la primera mitad (49-35).

Esa mueca de defensa que fue Bahía Estudiantes en el primer tiempo fue la razón de varios retos en el vestuario visitante. La actitud, la concentración y la velocidad del segundo tiempo fue muy distinta y la visita mejoró 100%. Pisani acertó bancando a su quinteto titular que no había estado bien en los primeros 20 minutos y le renovó la confianza, buscando la mejoría de su personal. Y lo logró.

Se cerraron los caminos a Matthews, no desafiaron más el tiro de Smith, pegándose todo el tiempo un jugador a la mano derecha del tirador. Los caminos de Quilmes se taparon y con un grado de oposición mayor el cervecero bajó todos sus porcentajes. Del otro lado Meyinsse (9) fue alimentando con eficacia. De todos modos la mejoría fue notable en el desarrollo pero no tanto en el tanteador, apenas descontó tres puntos en todo el 3er cuarto y cerró 17-20 favorable a la visita. Quilmes entró 11 arriba al último cuarto (66-55)

La mejor noticia del local fue haber sobrevivido, empujando, luchando, en el tercer segmento pero es inevitable que el que mejor juega haga más puntos que el rival. La salida por cinco faltas de Louis Truscott en el tercer cuarto y la ausencia de Axel Weigand (resentido en su distensión prefirieron resguardarlo) obligó a Beto Martínez a meterse en el plan “B” y Quilmes se refugió en una zona.

El equipo de Pepe Sánchez ya estaba en otra sintonía y se pasó maravillosamente bien el balón ante la zona, tomó buenos tiros y metió 4 triples en diferentes manos (Mojica, Aguerre, Pepe y Ruíz) para dar vuelta la torta. Defensa y triples fue clave.

De pronto con un parcial 4-21la visita se puso arriba 70-76 a falta de 2:50 para el final del partido. Quilmes no tenía gol, Hopson estuvo mucho tiempo en el banco, su defensa zonal hacia agua, no podían siquiera pasarle la pelota a Smith (que tampoco hace mucho por liberarse) y la posibilidad de ganar empezaba a esfumarse.

La virtud de la victoria fue sin dudas no perder las esperanzas sobre el final, salir de la zona para volver al individual, aprovechar los dos últimos triples errados de Bahía (Mojica y Ruiz) y darle la pelota a Matthews en ofensiva. Quilmes descontó con 4 libres y un doble de Sciutto para empatar en 76.

Hopson le dividió la bola a Ricky Sánchez cuando la puso en el piso, Matthews lo atacó y le robaron el último ataque a Bahía. Con 10 segundos Hopson cruzó la media cancha y se prestaron el balón rápidamente sin que nadie tome la decisión de tirar hasta que Sciutto abrió para Hopson sobre la esquina derecha, amagó de tres puntos, dio dos pasos adentro lanzó de 4 metros paralelo a la línea de fondo y con la chicharra sonando la pelota entró limpita para decretar una victoria agónica, sufrida, necesaria, vital pero que nada cambia en la tabla. Lo superficial son los dos puntos, lo profundo es la respuesta del equipo. Ahí Quilmes sacó su tesoro. Ahí Quilmes volvió a la vida.


Síntesis
Quilmes (78): Nicolás Ferreyra 10, Gregorio Eseverri 0, Michael Smith 16, Louis Truscott (x) 7, Clarence Matthews 17 (FI); Phillip Hopson 14, Germán Sciutto 6 y Facundo Piñero 8. DT: Luciano R. Martínez.

Estudiantes (76): Lucas Faggiano 6, Ricardo Sánchez 9, Javier Mojica 9, Jerome Meyinsse 18, Federico Aguerre 6 (FI); Juan Ignacio Sánchez 13, Juan Espil 0, Enzo Ruiz (x) 14 y Ariel Zago 1. DT: José Pisani.

Árbitros: Juan Fernández y Jorge Chávez.
Parciales: 18-19, 49-35 y 66-55.
Estadio: Islas Malvinas.

Foto: Majo Gil (mjgil@pickandroll.net)

Pablo Tosal
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