Corazón valiente

Tenía que ganar, y por eso no midió consecuencias. Sin su juego, otra vez apostó al corazón que demostró gozar de buena salud. Atenas venció en un emotivo partido a Sionista por 87-82 y sumó su tercera victoria en hilera.
Voluntad a full. Ciento por ciento de entrega en cada bola a sabiendas de lo que podía costar. Pero no importó, era la manera. Así entró Atenas al partido, conociendo que en frente un equipo tan ordenado y experimentado como Sionista sólo se podía marear de esa manera. Por momentos no le erró al planteo.
Alexis Elsener complicó cada vez que pudo correr la cancha y Ryvon Covile se hizo dueño de la pintura mientras Walter Herrmann se vio maniatado por la defensa paranaense. Pero en defensa, algunas licencias generadas por los siempre erróneos cambios defensivos permitieron que la visita, desde el perímetro bombardeara a gusto. Los de Sebastian Svetliza estuvieron finos y anotaron 12 (4 triples) de sus primeros 17 de larga distancia. Así y todo el Verde se las ingenió para ganar 20-19.

Los segundos diez fueron en gran medida un uno contra uno entre Herrmann y Lucas Goldemberg. Se rasparon, se dieron, defendieron, atacaron y anotaron. Pero en el juego colectivo fue mucho más Sionista. Juan Brussino perdió la brújula del juego en ataque y el Verde terminó perdiendo definitivamente el rumbo. Los pies de Gabriel Mikulas, sí los pies del Gabo (8 en el cuarto), fueron mucho para todos sus defensores. Marcó una y otra vez y su equipo se escapó sin frenos (36-49) mientras el pobre y desgastado Herrmann (11 de los 16 de Atenas en el cuarto) hizo lo que pudo para mantener a los cordobeses en juego.

Fue tanta la desesperación del Verde por “regresar” al juego, que antes de caminar a los vestuarios Bruno Lábaque se calzó la pilcha y regresó a la cancha con zapatillas de juego, lo que sorprendió. Pero en lo estrictamente deportivo, a puro huevo y corazón, con Elsener y Mariano Fierro como abanderados, el equipo se puso en juego con mucho sacrificio y no dio el zarpazo porque Mikulas no lo permitió. A 23 segundos Herrmann igualó el marcador en 65 y un doble de Zilli, tras previa caminada de Pittman, no cobrada, lo dejó abajo 67-65.

En el último cuarto se hizo un partidazo. Tome y traiga sin piedad. Primero una racha de Sionista para escaparse 73-67; y luego una de Atenas para empardar en 76 a 5’20 con una corrida de Brussino que terminó el gol. En medio, un festejo del DT Marcelo Arrigoni que terminó con su celular (lo lleva en el bolsillo), cerca de la pintura. A la vuelta, otro bombazo del base, que se rencontró con su nivel, dio la diferencia (79-76). Desde ahí fue al acierto y error por la desesperación de ambos. La “Pepa” movió piezas de manera ajedrecística y envolvió a la visita en su juego. El resto, con un Brussino inspirado (11 puntos seguidos sobre el cierre), fue para el infarto y el Verde se quedó con un triunfazo.

Crónica: Javier Ciani - Diario La Mañana de Córdoba