Flamengo descontó en la serie

Por momentos fue un carnaval carioca. Porque Flamengo, que llegó a la final de la Liga Sudamericana de Básquetbol como “cuco”, mostró ayer sus mejores argumentos y guiado por una magistral actuación de Marcelinho (hizo 44 puntos, con 7/13 triples, 13/14 libres y 6 asistencias en 40 minutos), venció 98-79 a Regatas y descontó 1-2 en la serie decisiva, que es al mejor de cinco. Ahora, con el envión que supone este contundente triunfo -celebrado por unos 5.000 torcedores-, el equipo brasileño buscará forzar un juego desempate, que tendría lugar la semana que viene en Corrientes.

Si bien llegaba invicto a la cita, el principal atenuante para el equipo del parque Mitre es que presentó un plantel diezmado por lesiones, ya que a las previsibles ausencias de Diego Cavaco (microdesgarro en la pantorrilla derecha) y Agustín Carabajal (lumbalgia), se le sumó la de Damián Tintorelli, quien en la entrada en calor sintió una contractura en su aductor derecho, la misma zona donde había sufrido poco tiempo atrás un desgarro. Por ello fueron preservados, aunque hoy podrían los tres sumar minutos, sobre todo porque el trajín que viene acumulando Regatas es importante y hay también otros compromisos en el corto plazo (visitar en Santiago el sábado a Quimsa, por la Liga Nacional).

De la mano de un endemoniado Marcelinho (18 puntos, con 4/5 triples), Flamengo jugó un primer cuarto casi perfecto. Poco duró la paridad inicial porque el local estuvo sólido para defender bien hundido en la pintura y si bien Regatas pudo desgastar cuando le hizo llegar la pelota al poste bajo a López y Chuckie Robinson (Coloneze y Alírio sumaron rápido dos faltas personales), fue muy poco para contrarrestar el poderío “rojinegro”. Marcelinho fue una pesadilla para la defensa regatense y ni Stanton, Martínez, Rivero o con marca combinada se lo pudo frenar. Entonces no extrañó que el “Fla” saque diferencia de 15 puntos (33-18) en el parcial.

Nada cambió en el segundo período. Por el contrario, el “bajón” de Regatas se hizo más pronunciado y esto fue inversamente proporcional con Flamengo, que siguió teniendo intratable a Marcelinho (sumó otros trece, con 3/3 triples). Así fue como cuando se le acopló Hélio (siete), el local consiguió máximas de 23 puntos ante un Regatas desmoralizado, que no mostró buenos porcentajes en tiros de cancha (10/25, el 40%) y que tampoco tuvo presencia para pelear los rebotes: tomó 14 -todos en defensa-, diez menos que Flamengo, el claro dominador del desarrollo (ganaba 58-37 yendo al descanso largo).

Aún sabiendo que el partido estaba virtualmente sentenciado y que sus perspectivas de éxitos parecían nulas, Regatas salió a jugar derrochando orgullo y con defensa zonal limó pequeñas diferencias (47-61). Para ese parcial de 10-3 en casi cuatro minutos fueron clave los aciertos desde 4-5 metros de López (ocho). Sin embargo, tan pronto como se encendió esa débil llama de esperanza, entre Marcelinho (llevaba 38 en el tercer cuarto) y Alírio (seis) se encargaron de apagarla de un plumazo. A Regatas le pasaba factura el físico y con su amor propio no alcanzaba.

Ya en el último segmento, Regatas siguió con la vergüenza deportiva como principal soporte, pero con tan escaso personal, cualquier esbozo de reacción le costaba horrores. Para más, Fernando surgió con una ráfaga de 11 y le bajó la persiana a la tercera final. Triunfo inapelable de Flamengo, que le quitó el invicto en el torneo sudcontinental a Regatas (récord 9-1) y que hoy buscará un nuevo éxito para forzar el quinto juego desempate en Corrientes.

Síntesis
Flamengo (98): Fred 3, Marcelinho 44, Amiel Vega 7, Coloneze 4, Alírio 11, (FI) Hélio 11, Wagner 5, Duda 0, Fernando 11, Maicon 2, DT: P. Sampaio

Regatas (79): A. Montecchia 4, J. Martínez 15, R. Stanton 17, C. Robinson 16, R. López 15 (FI)
J.M. Rivero (x) 10, M. Temute 2, N. Serantes 0, DT: S. Santander

Estadio: Maracanazinho (5.000 personas).
Arbitros: Héctor Uslenghi (Uruguay), Roberto Oliveros (Venezuela), y Miguel Bravo (Chile).
Parciales: 33-18, 58-37, 75-56 y 98-79.

Gentileza: Carlos Zeniquel (h) - Enviado especial a Río de Janeiro -  Diario Época
Foto: Cezar Loureiro (O Globo)