Lo tiene grogui

Otra vez Gimnasia domina a Quilmes en el juego, y tiene a los mismos jugadores como puntales de su ofensiva: Clancy y Aguerre, pero esta vez no pudo marcar una diferencia en el tablero que le permitiera jugar tranquilo. Quilmes mejoró la defensa y le generó más problemas que nunca para organizarse. Aun así tomó varios buenos tiros que no entraron y terminó sufriendo.

Quilmes jugó un mejor partido que el jueves, sobre todo desde su defensa. Que pudo estar más arriba de la acción y provocó en el rival dudas que en el partido anterior no había tenido. De hecho las 15 pérdidas de Gimnasia son producto de esa gestión. No obstante lanzó 5/32 (15%) en dobles en el primer tiempo y marcando solo 22 puntos en los primeros dos cuartos prácticamente se condenó solo a tener una segunda mitad perfecta. Algo imposible.

En el primer cuarto hubo un comienzo que fue anticipando lo que sería el partido: un concierto de tiros errados (y no de errores). Sucede que las ofensivas se resuelven por el lanzamiento. Y muchas de ellas obtuvieron similares decisiones que a lo largo de la liga y ambos ejecutaron mal. Es la diferencia entre decir que fue un duelo de defensa en vez de un duelo de bajos porcentajes.

Al minuto de comenzado Luis Cequeira pasó por arriba de Cavaco que amagó un triple y cayó de espaldas al piso. El base de Quilmes venía entre algodones por la contractura y los dolores de lumbares y terminó por generar un dolor más intenso en el sacro. Luego volvió a ingresar, probó y no pudo. Aguantó el primer cuarto y ya no volvió a entrar. Mañana se realizarán estudios al respecto.

El primer cuarto terminó 12-9 con Schattmann y Clancy tirando del carro para Gimnasia y Gallizzi por Quilmes. El cervecero cerró con 2/15 en doble el período. Todo un dato para graficar lo que fue su ofensiva. Gimnasia tiró menos (2/8 en T2 y 1/2 en T3) porque tuvo además 5 pérdidas.

En el segundo segmento Gimnasia jugando mejor metió algunos tiros más naturales y con Aguerre abierto y las penetraciones de Schattmann y De los Santos empezó a abrir la cancha a su favor. Metió un parcial 17-2 para escaparse arriba por 16 (29-13) con un dominio absoluto de su defensa en el control del juego.

Quilmes chocaba, no jugaba, Ramella probó variantes y nada hacía cambiar el trámite del partido, pero una aparición de 7 puntos de Vildoza en el cierre y una mejor defensa del cristal propio lograron achicar a 9 la brecha del primer tiempo (31-22). Un resultado que estaba corto en la distancia por la diferencia que se exhibió en el juego.

La defensa del “Verde” no había necesitado la sobre marca de Baxley. Lo pudo contener uno por uno con De Los Santos y con Scala. Saltaron un par de veces en las ayudas pero no más que eso. Walter lució lento e ineficaz (1/6 de campo en el primer tiempo). Muy poco podía hacer Quilmes que intentó primero postear a Clark y luego a Maciel y jamás pudo sacar ventaja de sus aleros en altos en ataque jugando de espaldas. Gonzalo García previó esa acción y el equipo jugó con mucha inteligencia como cerrarse sobre su canasto.

En el tercer cuarto Gimnasia siguió sin encontrar el aro desde el perímetro. Probó sus rompimientos habituales con descarga al lado opuesto pero nada, no tuvo puntería, ni tampoco un plan alternativo eficiente. Porque después de dominar una diferencia de 11 (36-25) Quilmes encontró una secuencia de tres rebotes ofensivos de Ivory Clark para anotar 6 puntos más 5 puntos de Lucas Ortíz y el cervecero se puso a 4 de manera sorprendente (44-40) llevando el juego al ingreso del último segmento en el terreno que más le convenía.

Quilmes no perdía muchos balones (apenas 6 al tercer cuarto), no tenía rebote ofensivo hasta que Clark encontró tres seguidos, no tenía tiro perimetral (3/8) y estaba absolutamente errático en los dos tiros de dos (10/44) y sin embargo perdía solo por cuatro para ingresar al último cuarto. Algo Gimnasia no estaba haciendo bien.

Y cuando más lo necesitaban afloraron las virtudes del ganador. Hubo voluntad para seguir luchando pero también hubo juego. Con De los Santos haciéndose cargo otra vez de la situación y Aguerre apareciendo por fin para los suyos con dos triples claves. La defensa cerró el canasto y no permitieron bandejas ni tiros cercanos ni rebotes ofensivos.

Entonces Quilmes tuvo que contestar por acciones individuales (siempre de las manos de Baxley o Vildoza) o de tiro. Era un partido para usar a Galizzi que marcaba presencia en el poste bajo pero se lesionó sobre el final en el hombro y tuvo que salir, y tras cartón se fue Clark (esta vez de buena producción defensiva) e inevitablemente se cayó el juego interior de Quilmes. Romero y Maciel tuvieron un mal partido y Wolkowyski entró algo tarde. Este combo le dio la posibilidad también a Gimnasia de no sufrir el cierre.

Del 52-51 con que entraron a los últimos 5 minutos, Gimnasia se despegó a 10 puntos con absoluta autoridad (63-53) en parcial 11-2. En solo dos minutos bombardearon la defensa de Quilmes ya anotaron para ganar el partido.

Ya Quilmes no tuvo sprint final posible para volver de esa desventaja. Al cervecero le está costando una enormidad jugar la serie. Es como un boxeador que deambula grogui por el ring y tira piñas al aire. No está firme, no se le ve mandar en la cancha, lo corre de atrás a Gimnasia y a la espera del error del rival. Tal vez lo mejor que puedan hacer los jugadores de acá al martes sea descansar. En la energía también gana Gimnasia.

Por el contrario Gimnasia lo tiene todo. Apuntó una idea y la ejecutó. El plan va saliendo y se puso 2-0 para ir a Mar del Plata a buscarlo todo. Tratar de cerrar la serie lo más rápido posible buscando que Quilmes no reaccione, porque si se pone de pie, puede ser una gran problema. Los patagónicos quedaron a un solo triunfo de la final de Liga.

Síntesis
Gimnasia Indalo (67): Nicolás De Los Santos 12, Leonel Schattmann 16, Diego Cavaco 2, Federico Aguerre 18 y Sam Clancy 13 (FI); Santiago Scala 4, Diego Guaita 2. DT: Gonzalo García.

Quilmes (60): Luis Cequeira 0, Walter Baxley 16, Ivory Clark 6, Maximiliano Maciel 3 y Tayavek Gallizi 8 (FI) Lucas Ortiz 6, Luca Vildoza 18, Federico Marin 0, Diego Romero 3 y Rubén Wolkowysky 0. DT: Leandro Ramella.

Parciales: 12-9/31-22 (19-13)/44-40 (13-18) y 67-60 (23-20).
Árbitros: Juan Fernández, Diego Rougier y Leonardo Zalazar.
Estadio: Socios Fundadores – Comodoro Rivadavia.
Boxscore del partido

Foto: lnb.com.ar
Crónica: Pablo Tosal @pablotosal