Gimnasia (0) - Peñarol (1) (Semifinal - Sur - Juego 2)

Se pone picante el play off entre dos de los tres equipos más históricos de la Liga Nacional. Gimnasia ha dado un paso en falso en su debut de la semifinal ante su gente que colmó el Socios Fundadores. Fue un partido que lució por debajo del nivel habitual, en un momento y ante un rival inoportuno.

A veces no jugar bien se disimula con sacrificio, entrega, defensa y amor propio. Pero a medida que se avanza los play offs las equivocaciones rara vez no se pagan. Y ante un equipo como Peñarol, no jugar bien es someterse a perder. Porque el actual campeón de la competencia, aún diezmado por la ausencia de Boccia, tiene herramientas suficientes para hacer pagar esos problemas.

Gimnasia es un equipo que en 30 partidos a lo largo de la temporada jugando como local tuvo un promedio de 41% en triples. Lo visitaron las mejores defensa del país y siempre consiguió lastimar vía su perímetro en las manos de De Los Santos, Scala, Schattmann, Cavaco y Aguerre. En la noche del jueves anotó 6/26 (23%). Para mantener su porcentaje debería haber anotado 11 triples sobre los mismos 26 lanzados. Es decir que tuvo 15 puntos menos desde el perímetro que en una jornada habitual. La defensa de Peñarol prefirió darle juego a Clancy y no liberar tiradores.

¿Cómo lo suplió Gimnasia? Ese fue su problema, porque no tuvo un segundo plan en todo el primer tiempo para contener su baja eficacia. Peñarol no estaba cómodo, tampoco anotó vía manos naturales pero si pudo desarrollar un plan de emergencia, aceptarlo y seguirlo. Le dio todo a Osimani y el uruguayo se hizo cargo, anotando 20 de los 46 puntos de su equipo en el primer tiempo.

Peñarol tiene la virtud de detectar para quien debe jugar y lo hace sin ningún tipo de reproche sea quien sea. Martín Osimani fue muy agresivo con el aro ejecutando acciones que habitualmente no hace (como tirar de tres puntos por arriba de la marca). El "oso" se dedicó a fabricarse sus propios espacios y buscar el aro en vez de hacer jugar a sus compañeros, pero en el momento que lo hizo y de la forma que lo logró tomó el camino correcto. Algo que en Gimnasia no hubo: una segunda salida para un camino cerrado.

Cuando llegó el segundo tiempo Gimnasia ya estaba en estado de alerta con Osimani y jugó contra él al mismo tiempo que Martín ya no insistió en ser un héroe, pero el trabajo estaba hecho. Peñarol pasó de 46 puntos en el primer tiempo a anotar 33 en el segundo. Y de disfrutar una ventaja de 10 puntos en el tercer cuarto a verse abajo por uno en el tramo final. Allí aparecieron otros actores vitales para decidir el partido.

Fabián Sahdi venía 0/4 en triples y con una gran rotación de balón en la jugada clave metió el triple que dio la ventaja decisiva. Luego coronaría su participación con dos libres convertidos para cerrar el resultado. Leiva, Gutiérrez, Massarelli, todos aportaron en su momento para la causa. Y aunque incómodo, Peñarol encontró la forma de quedarse con el juego.

Ahora para el segundo partido a Gimnasia se le presenta un problema: la ausencia de Pablo Orlietti quien volvió a sentir molestias en la pierna izquierda y jugó solo 7 minutos. El mismo lugar donde se había recuperado del desgarro del mes de abril.

En tanto Peñarol pierde a Franco Giorgetti, quien sufrió una luxación en su hombro izquierdo y quedó descartado para hoy previéndose un nuevo análisis en Mar del Plata para saber si estará disponible con el correr de la serie.

Para Peñarol la baja de Giorgetti es en el lugar más sensible de la cancha, porque al no estar Boccia en el equipo le quedan tres bases, un escolta y cuatro internos. Seguramente Alejandro Diez desarrolle gran parte de su juego como alero y la rotación interior quede abierta para solo tres jugadores.

Hora: 21:30 (LNB contenidos)
Árbitros: Pablo Estevez - Leonardo Mendoza - Fabio Alaniz.
Estadio: Socios Fundadores - Comodoro Rivadavia

Fotos: Prensa Gimnasia Indalo y Majo Gil (@MajoPick)

Pablo Tosal
@pablotosal
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