Increíble victoria de Gimnasia

Ese fuerte viento sur que sopla desde la Patagonia debe ser contagioso. Gimnasia Indalo fue un verdadero huracán sobre el final del partido y sin caerse ante la adversidad, siendo dominado y llegando a estar abajo por 14 puntos a falta de 7 minutos siguió peleando, convencido de buscar el triunfo con coraje y decisión. Encontró del otro lado al rival ideal para dejarse ganar. Quilmes naufraga en un mar de dudas. Y la convicción es más fuerte que la duda.

Las virtudes del ganador son muchas. Jugó sin su pivote titular y goleador, Ed Nelson, quien ya no regresará al equipo y provoca que la dirigencia se mueva rápido en busca de un reemplazo. A los 7 minutos del primer cuarto perdió a Fernando Funes por un tirón en el muslo derecho. Y a falta de 5 minutos se quedó sin el goleador McGowan por cinco faltas (que anoche estuvo desaparecido). Pero aún sin dos titulares y con el escolta foráneo totalmente contenido, el equipo no perdió la línea nunca, siguió jugando convencido del plan a seguir. Lo ejecutó con valentía. Por eso ganó un partido increíble.

Quilmes parece un equipo anclado en octubre. Da un paso para adelante y otro para atrás. No avanza nunca. No crece. Y mientras sigue buscando su funcionamiento y prueba variantes la liga lo pasa por arriba. Lo de anoche fue un golpe directo al corazón. Porque jugando bien por 35 minutos, haciendo todo para ganar regala un partido por carencia de liderazgo y determinación.

Desde el comienzo Quilmes tomó la rienda del juego. Con la presencia de Matthews en el juego interior buscó lastimar el costado más frágil del rival, no obstante Gimnasia salió muy preparado con un sistema “anti-Matthews” y lo envolvió, lo rodeó y lo contuvo al pivote quilmeño obligándolo incluso al error. La virtud del local fue aprovechar las otras vías de gol, así Ferreyra con espacios lastimó con dos triples, el resto iba para el canasto para sacar ventajas.

La defensa de Quilmes se plantó muy firme desde el comienzo. Matthews contuvo a Davis y Gimnasia se volvió un equipo muy perimetral. Atacó con triples porque no podía ingresar a la zona. Perdió además 6 balones (4 en la primera línea defensiva del local) y de no ser por los tres bombazos que metió la diferencia hubiera sido más grande que el 18-15 del final del primer cuarto.

Quilmes estaba mejor en la cancha que en el marcador. Llegó la rotación del segundo cuarto para los dos equipos y el partido se desdibujó, se hizo desprolijo, siendo Quilmes quien sacó las mejores diferencias por una aparición decisiva de Mc Hopson en ataque (7 pts) y ahora si una presencia más intimidante de Matthews (6). El resto acompañaba.

Gimnasia volcó su juego ofensivo a la zona pintada, lo tuvo a Davis como principal goleador y fue encontrando gol en diferentes manos, confundiendo velocidad con apresuramiento pero en la intensidad y el desorden se mantuvo vivo. Fue 45-37 al final del primer tiempo.

El local siguió manejando el juego en el tercer cuarto. Ferreyra (casi de nulo descanso para él) manejaba los ritmos por encima de Scala y Ciorciari, Hopson seguía goleando (16 hasta allí) y con un solo triple en el segmento tomó la máxima de 10 puntos (60-50 a falta de 2:30). Gimnasia sin gol exterior (0/3 en triples) no podía sumar con Gabini jugando de ala pivote y la mejor receta fue Romero-Davis para lastimar más equilibrado en el juego interior.

Quilmes entró ganando 64-55 al último cuarto y con un doble de Matthews y un triple de Smith tomó la máxima (69-55) de 14 puntos con 7 minutos y 10 segundos por jugarse. Richotti pidió minuto y todo parecía encaminarse a una victoria tranquila del cervecero.

Allí el partido se dio vuelta con una secuencia de tres pérdidas seguidas de Matthews en el juego interior que Gimnasia las cambió por gol en el otro costado de la cancha. Quilmes se quedó sin gol (0/5 en triples desde allí) Weigand y Hopson fallaron tiros cercanos al canasto y Matthews no la recibió más. Quilmes se apagó lentamente como una vela.

La visita tuvo un tridente ganador que apareció justo: Diego Ciorciari para conducir y anotar con decisión. Mariano Franco en la función de alero/escolta ante la lesión de Funes y Devin Davis para llevar gol en momento calientes. Aunque la gran diferencia para ganar pasa por la convicción que Gimnasia mostró en el momento más caliente del partido.

No obstante el local llegó al final con todo para ganar (75-72 a falta de 22 segundos y la pelota). “Beto” Martínez en vez de dejar correr el reloj en una reposición del fondo pidió minuto para planificar la salida en ataque. Quilmes lo único que tenía que hacer era ponerla en juego y esperar la falta para ganar. Repuso Ferreyra y en complicidad con Hopson se la dejaron en las manos de Mansilla que de contraataque metió el doble (75-74). Otra vez minuto. Esta vez fue Truscott a la línea de libres metió solo uno (76-74) y con tal de que no le metieran un triple los jugadores del tricolor bajaron tomando a los perimetrales, Ciorciari encontró el callejón rápido y se mandó de aro a aro para establecer el empate en 76 y mandar el partido al suplementario.

La imagen de la desesperanza era la imagen de Quilmes. Sus jugadores estaban quebrados anímicamente teniendo por rival la contraparte: Gimnasia Indalo estaba agigantado. Había logado descontar una ventaja enorme en 7 minutos y aún con tres ausencias claves tenía todo claro para ganar. Y lo demostró en el suplementario donde rápidamente tomó la delantera. Con rebotes ofensivos de Franco y Romero, conversiones de claves Davis se adueñó del juego. En Quilmes ya nadie la quería siquiera tirar, sabían que el tren de la victoria había pasado. Complicado y aturdido ya no dio más respuestas.

Lo mejor del vencedor fue su moral, su decisión de no caerse en la adversidad. Siguió luchando y jugando creyendo que podía ganar y lo hizo. En Quilmes nunca sonó el despertador. Se hizo evidente la ausencia de líder, no lo tiene en el técnico ni en los jugadores. Alguien que al menos con un grito los levante del pozo. El problema fue de todos y la derrota también.

Síntesis
Quilmes (85): N.Ferreyra 14, P.Hopson 16, G .Eseverri 5, A .Weigand 10 y C.Matthews 20 (FI); G.Sciutto 1, F .Piñero 3, L .Vildoza 0, L .Truscott 7 y M.Smith 9. DT: Luciano Martínez.

Gimnasia (88): D.Ciorciari 9, F .Funes 3 (lesionado), C.McGowan 9 (x), D.Romero 18 y D.Davis 25 (FI); F.Mansilla 7, S.Scala 2, R.Gabini 3 y M.Franco 12. DT: Marcelo Richotti.

Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas”.
Arbitros: Fernando Sampietro-Mario Aluz.
Parciales: 18-15, 45-37, 64-55 y 76-76.

Foto: Majo Gil (mjgil@pickandroll.net)

Pablo Tosal
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