Weber Bahía Basket culminó su primera semana de pretemporada. Hernán Jasen, ala pivote del equipo de Ginóbili, dialogó con el departamento de prensa de la organización y cuanta cómo han sido los primeros trabajos y cuál será la clave para adaptarse al ritmo de los jóvenes.
Pasó la primer semana de pretemporada, ¿cómo han afrontados estos entrenamientos?
-Bien. Cuesta arrancar luego de un tiempo de estar parado. Sobre todo poder seguir el ritmo de los chicos se hace muy difícil pero lo estoy aguantando. Fue una semana dura. El lunes tuve que trabajar mucho pero hoy ya estoy bastante mejor. Estoy contento e ilusionado de poder estar a la altura de los jóvenes.
En comparación con el momento de tu llegada, hoy te encontrás mejor físicamente, más aun habiendo jugado el receso en Alem…
-Eso me permitió mantener el ritmo. Tengo una base de la temporada pasada. La anterior vez (en Marzo) llevaba un año y medio sin jugar. En cambio, ahora, fueron dos meses que no es nada a comparación del tiempo anterior. Creo que eso es una ventaja. Igual cuesta, sobre todo, el aspecto físico que se está trabajando ahora es lo que más a uno le cuesta llevar. Estoy tratando de igualar a los chicos y con eso estoy luchando ahora.
¿En qué puntos haces hincapié en estos primeros entrenamientos, ya que no se trabaja tanto sobre el juego en sí?
-Sobre todo uno trata de trabajar más el aspecto físico, la movilidad e ir adaptando el cuerpo a una intensidad de trabajo más alta. Con respecto de básquet trato de ir familiarizándome más con la pelota. Hace unos días que no estaba haciendo nada y el contacto de balón siempre es bueno para volver a tener sensaciones de cara a los piques, los tiros, los pases. Creo que se está tratando un poco de forma conjunta.
Seguramente que al conocer a Ginóbili de tu etapa de jugador facilita a entender su manera de plasmar el juego...
-Sí, obviamente. Conozco mucho a Sepo y al cuerpo técnico y se cuál es la impronta que quieren mostrar dentro de la cancha. Lo importante es que uno también está de acuerdo de que es la forma con que los chicos puedan crecer en su juego. Para mí se me hace fácil. Es más fácil entenderlo que realizarlo porque se juega a una velocidad más alta y los jóvenes me exigen velocidad. Ellos mismos conocen mis limitaciones físicas obvias de la edad y me van dosificando para que el esfuerzo no sea tan alto.
