El campeón está de pie

El primer tiempo en general apenas fue de tono discreto. Muchas veces un tanteador bajo es una guerra defensiva. Bueno, esto NO fue lo que pasó en la noche marplatense entre Peñarol y Bahía Basket. Tuvieron un ataque pobre, con aciertos defensivos, pero antes que nada con una falta total de puntería, errores de conceptos, pereza mental, que dejó al juego en un ida y vuelta muy poco propio de jugadores de este nivel.

También es conveniente aclarar tempranamente, que el estilo que impone Sebastián Ginóbili invita a esto. Cambios de formación permanentes que ya no responden a la búsqueda de soluciones, de mejorar algún puesto defensivo, ofensivo, tampoco al descanso ni la pena de un jugador que haga las cosas mal. Algunos cambios pueden darse por esos ítems pero la mayoría son por estricto plan de juego. El “Sepo” nunca tuvo el equipo completo y hoy se le presentó la posibilidad de jugar con los once. Vio un escenario con mucho calor y un rival con rotación corta por la ausencia de Ale Konsztadt e impuso la dinámica de los cambios.

De todos modos Bahía nunca hizo gala de esa diferencia de plantel largo, nunca llevó el partido a una vorágine que desgastara al rival. Por el contrario terminó dando la sensación que se perdió más su propio equipo que otra cosa.

En el primer cuarto el tono fue la paridad, con Giddens haciendo todo para Peñarol y Eslava contestando en el otro aro. Leo Gutiérrez atacó desde el poste bajo ante la marca de Mariano Byró, cuando lo sacó por falta entró Juan Pablo Vaulet a marcarlo. Toda la defensa de Bahía jugó para atraparlo por línea de fondo de Leo, que lució muy fastidiado en ese primer parcial (con compañeros y árbitros). Bahía no tuvo juego de pases, atacó todo de frente en penetración y ante una descarga no podía meterla de tres puntos (1/8 en triples).

Ginóbili había sorprendido con la salida de Trevor Gaskins como base titular, pero el foráneo, zurdo y con buenos movimientos, jugó más para sí mismo que para el equipo y no tuvo puntería.

Al comienzo del segundo cuarto con Massarelli de base Peñarol recuperó dos pelotas seguidas en la primera línea y corrió el contraataque (25-19). Sepo Ginóbili tuvo que pedir minuto, no obstante su equipo siguió sumido en imprecisiones y no podía anotar. Apenas consiguió un punto en 6 minutos y la rotación desde el banco era frenética. No había cinco jugadores iguales juntos más de un minuto de juego.

La sequía ofensiva de la visita no fue aprovechada por Peñarol que no se movió de los 25 puntos por más de 5 minutos. Coincidió también con el descanso de Giddens. A Luciano Massarelli le costó inicialmente tomar la posición del base, dando cuenta que es un puesto que no lo siente, aunque su producción fue creciendo con el correr del partido. La irregularidad de sus bases, sumió al equipo a que también sea irregular. Erraron algunos tiros a pie firme y sin rebote ofensivo. El tramo final del primer tiempo fue con un poco más de gol, donde Bahía sacó provecho de Whelan y Vaulet para quedarse con el segmento 13-9 y llevarse el primer tiempo 30-29.

El partido no cambió mucho en el segundo tiempo, fue entretenido pero de bajo vuelo. Lo mejor lo puso Justin Giddens, que mostró un recital de argumentos para atacar el aro. Sus 201 cm volaban en la superficie de Once Unidos y sus largos brazos hacían la diferencia. Sabe penetrar por los dos costados y sobre todo define las bandejas bien arriba con las dos manos, lo que le da múltiples recursos. Un rato de Leiva en el poste bajo sacando ventajas le permitió a Peñarol dominar el marcador (53-47) al cierre del tercer segmento.

Bahía no tuvo juego ni con una supuesta doble base entre Gerbaudo y Gaskins aunque el foráneo atacó un poco mejor el aro y ayudó con los recuperos (4). De todos modos el equipo sufre horrores la falta de gol exterior. No tiene fuerza desde el perímetro y cuando las penetraciones después del pick and Roll quedan vedadas, (tal como lo contuvo la defensa de Peñarol) la resolución del uno contra uno se le hace muy cuesta arriba al equipo de Sepo Ginóbili.

Para el cuarto final volvió al campo Julio Mázzaro, pero el tirador tampoco tuvo chances de sorprender la defensa rival con tiros abiertos y sin potencia perimetral, Peñarol esperó pacientemente su oportunidad para quebrar el juego al comienzo del último segmento con puntos de Leiva, Massarelli y Giddens. Leo Gutiérrez sin convertir puntos volvió a mostrar que entiende todo del juego, pasando, cortinando y defendiendo. Fue muy útil sin las estadísticas.

Como se ve, Peñarol para resolver el “problema bahiense” tuvo que apelar a su dotación titular más Massarelli de base. Jugó con 6 y medio ya que Ale Diez entró a cumplir (y de gran forma) en el rol defensivo de Leo Gutiérrez pero sin aporte ofensivo. Fernández y Giorgetti jugaron poco. Además al equipo le costó mucho remontar el partido tirando 6/20 (30%) en libres.

Para el cierre quedó el volcadón de Giddens por arriba de la marca a falta de 4 minutos para arrancar los aplausos rabiosos de la gente y mostrar que Peñarol no se equivocó a la hora de elegir el extranjero que lo ayude a repetir el campeonato. Justin terminó con 23 puntos, 13 rebotes, 3 asistencias y 4 recuperos en 36 minutos.

Fue un partido difícil por venir de un parate y el calor agobiante de una jornada intensa en Mar del Plata, no obstante se podría haber brindado un espectáculo mejor. Lucharon, mostraron deseos de ganar y fueron para adelante, pero la magia de Giddens y la defensa de conjunto le posibilitó a Peñarol subirse a la punta nuevamente de la Conferencia Sur, un regalo de fin de año que el equipo se hizo a sí mismo.

Síntesis
Peñarol (69): Fabián Sahdi 3, Adrián Boccia 12, Justin Giddens 23, Leo Gutiérrez 5 y Martín Leiva 17 (FI) Luciano Massarelli 9, Alejandro Diez 0, Franco Giorgetti 0 y Gabriel Fernández 0. DT Fernando Rivero

Bahía Basket (58): Trevor Gaskins 7, Julio Mázzaro 0, Mariano Byró 3, Jamaal Levy 9 y Ariel Eslava 10 (FI) Diego Gerbaudo 5, Juan Pablo Vaulet 6, Lucio Redivo 8, Lisandro Rasio 5, Omar Cantón 2 y Gastón Whelan 3. DT Sebastián Ginóbili

Parciales: 20-17, 29-30, 53-47
Árbitros: Diego Rougier y Mario Aluz
Estadio: Once Unidos – Mar del Plata

Fotos: Majo Gil (@MajoPick / mjgil@pickandroll.net)
Crónica: Pablo Tosal @pablotosal