Weber Bahía Basket consiguió una importante victoria 75-72 frente a Lanús, como visitante, en el marco de la 26° jornada de la Fase Regular de la Liga Nacional. Buena victoria de los bahienses que todavía sueñan con los playoffs.
El elenco bahiense redondeó un fin de semana ideal y sumó su cuarto triunfo consecutivo para mantener vivías las ilusiones de clasificar a los playoffs. Por su parte, el "Granate" cosechó su decimosegunda derrota en casa.
En el plano individual se destacó la tarea de Diego Gerbaudo con 19 puntos (11 en el último cuarto), además del aporte de Mateo Gaynor con 15 unidades (5/6 en dobles, 1/4 en triples, 2/2 en libres). Por el rincón del perdedor sobresalió la actuación de Julio Mázzaro con 20 puntos (2/3 en triples, 2/6 en dobles y 10/11 en libres).
La historia arrancó bajo los influjos de la irregularidad en los rendimientos de los dos equipos, que tardaron en calentar motores, generando una tesitura deslucida. El local optimizó un poco la ejecución en su estacionado y tomó la delantera 14-11, con Proby (6) y Eslava (4) lastimando en la llave, a falta de 4 minutos. No obstante, Weber mejoró con la rotación del banco y el desequilibrio de Gaynor (11) para estampar un parcial 12-4 y clausurar el cuarto en ganancia 23-18.
El segundo capítulo se caracterizó por las imprecisiones, ambos elencos construyeron una dinámica cargada de errores y falta de fluidez. Por eso con 4:30 minutos el tablero apenas se movió 31-25 para la visita. Lanús recuperó la paciencia y logró circular el balón en ataque con inteligencia, para clavar un pasaje de 9-2, con Mázzaro (7) como usina, y se retiró al entretiempo adelante 34-33. La calidad del juego se ejemplificó en el 41% de cancha de los dos equipos.
Tras las charlas en vestuarios, se mantuvieron las dificultades para hallar claridad en los avances. A los 2:30 minutos el tablero reflejó una igualdad en 38-38. A partir de ese punto el ‘Granate’ encontró en el ingreso de Cuello (4) frescura y metió una corrida 7-0, para distanciarse 45-38, con 5:30 en el reloj. Esto obligó al tiempo muerto de Ginóbili, del cual su equipo salió con una presión a campo extendido, que trajo soluciones para achicar 42-45. A pesar de la intensidad Weber cayó en equivocaciones en ataque (2/8 en triples) y el acto se terminó con Lanús arriba 52-47.
Todos los problemas ofensivos se modificaron en el último cuarto, dado que subió considerablemente el goleo. Con los jóvenes Orresta, Cuello y Fernández el local consiguió la máxima de la noche 58-49, a los 3 minutos. Parecía que Lanús iba a adueñarse del dominio de las acciones, pero se hundió en la sequía y defectuosa coordinación en defensa. Weber reaccionó con el liderazgo de Gerbaudo (12) para imprimir un pasaje 10-0 y pasar al frente 59-58, a falta de 4 minutos. Ahí comenzó un nuevo partido, de golpe a golpe, con mucha incidencia de los libres. Mázzaro (7) se erigió en la única vía de gol, mientras Clark (5) despertó de su letargo. El tanteador estaba empatado en 69 a falta de un minuto, cuando Lanús erró los caminos y la visita clavó un 6-0 desde la línea para definir el pleito.
