La victoria de Peñarol sobre Bahía Basket fue analizada por Axel Weigand y Diego Gerbaudo. Además, el nuevo refuerzo que llegó a las canteras bahienses, lo que fue el viaje de Peñarol y lo que le pasó al foráneo Mc Neil.
Peñarol se encaminó a vestuarios sabiendo que había ganado jugando mal.
"Es verdad que debemos salir más concentrados. Hay veces -opinó Axel Weigand- que los partidos no empiezan de la manera que uno quiere. Y también es mérito del rival. Nos jugaron muy duro, nos corrieron y tienen mucha energía"
-¿Saberse superiores a veces les juega en contra?
-Hay veces que sí. Estamos muy mentalizados que todos nos quieren ganar.
-¿Influyó en algo estar tan cerca del clásico, el miércoles?
-No. Para nada.
-¿Qué te pareció Bahía?
-Un rival que corre mucho la cancha. Mejoró.
-¿Inconscientemente lo subestimaron?
-No, sabíamos que habían ganado partidos importantes.
Diego Gerbaudo piensa en el martes
"Para nosotros, el partido con Argentino será como una final"
Se notaba en el ambiente del vestuario local que llevaría algunas horas asumir la derrota.
El silencio era un síntoma. Las caras, también.
"Defendimos muy bien el primer tiempo. Hicimos un juego increíble, concentrados y nos permitió sacar la ventaja (de 14)", recordó Matías Nocedal.
La segunda parte fue otra historia.
"En el tercer cuarto entramos en un desorden generalizado", sintetizó, mientras masticaba bronca.
Peñarol lejos está de ser un rival directo en la lucha por un lugar en playoffs. De todos modos, Bahía le jugó de igual a igual.
"Cuando entramos a jugar queremos ganarle a todos, más allá de quien sea el rival. No creo que Peñarol sea un equipo invencible para nosotros", aclaró Nocedal.
El miércoles llegará Argentino de Junín.
"Habrá que enfrentarlo de la misma manera que todos", resumió el tirador.
En otro sector, el base Diego Gerbaudo fue más contundente.
"Para nosotros, todos los partidos valen, pero con Argentino será como una final, porque estamos todos cerquita en la tabla", señaló.
Después habló del partido contra el milrayita.
"La derrota duele como cualquiera. Sabíamos que teníamos un gran equipo enfrente. En el primer tiempo, en base a nuestra defensa, no los dejamos entrar en juego y estaban un poco fastidiosos. En el segundo tiempo hicieron el juego que pretenden, y la verdad que a Peñarol, cuando empieza a jugar al básquet es muy difícil pararlo", admitió el cordobés.
Bahía Basket fue competitivo y eso, tal vez, es lo que dolió.
"Nos vamos tristes por la derrota y, a la vez, contentos porque el equipo dejó todo", destacó Gerbaudo.
"Igual -agregó- el equipo llegará bien a jugar con Argentino, más allá que tendremos que aceitar algunas cosas en el entrenamiento", advirtió.
Ese partido irá el martes en el Casanova, a las 21.30, con arbitraje de Diego Rougier y Silvio Guzmán.
Colamarino dio muy buenas referencias
Refuerzo. "Es un uno, que a veces usan de 2, mide 1m94, es largo de extremidades, es atlético y muy competitivo. Y tiene 16 años recién cumplidos", definió Gabriel Colamarino a Máximo Fjellerup, el pibe tresarroyense que Bahía Basket firmó por tres temporadas. Cola lo dirigió en Argentino Junior. Ya estuvo entrenando en Bahía y en los próximos días regresará.
Espiando
Alejo Agulló (Liniers) y Leonel Alvarez (Pacífico) fueron los invitados a participar de la charla técnica local. "Me sorprendió la concentración de todos", explicó Agullo. Al mismo momento, Alejandro Montecchia cargó, en broma, sobre Alvarez: "No sabe quien implementó en la Liga el corte que tiene él (con tres rayas al costado y en referencia a Jorge Racca). Tiene que estudiar historia de la Liga", disparó El Puma.
Llegaron a horario
La visita. Peñarol salió ayer a las 7 desde Mar del Plata. "Lo decidimos con el Tulo (Rivero). Y, además, nos ahorramos un día de hotel", contó el directivo Alfredo Miño. Aunque hizo una aclaración: "No sabíamos que veníamos en este colectivo, que no tiene camas, sino salíamos ayer (por el sábado)", explicó.
Una vez lo aplaudieron. Maurice McNeil fue a la línea en tres oportunidades y falló (0-6), con un tiro muy feo. Eso sí, en el entretiempo, el rasta clavó dos seguidos, el público lo aplaudió y él agradeció levantando los brazos. Mientras, en el banco, Sepo se tapó la cara. Era mejor no ver lo que estaba ocurriendo.El estadounidense jugó 9m04 y tuvo -5 de valoración...
