Nació en San Nicolás, fue campeón de la Liga y vivió los últimos 11 años España. Cuando parecía echar raíces allá --inclusive su hija es española--, la propuesta de regresar motivó su replanteo. “Hay equipos con presupuestos fuertes y jugadores que pueden ser el recambio de la generación dorada. Eso es porque la Liga siguió creciendo y está muy bien vista desde Europa”, dijo Baldo.
A veces se le confunde el tú y el vos. La tonada española delata los 11 años que Víctor Baldo vivió en aquél país.
“Mi lugar ya era España. Empecé a venir año por medio o solamente dos semanas. Mi casa y mis proyectos estaban allá. Sin embargo --admitió-- me faltaba algo, porque en la balanza pesa la familia y las raíces. Con el tiempo, los proyectos te van guiando. En principio, me situaban allá, pero por muchas razones estoy decidiendo volverme”.
-Generalmente los que regresan de Europa lo hacen con un signo de interrogación, y con el tiempo admiten que si sabían que se reinsertarían como le hicieron hubieran regresado antes. ¿Vos estás en la etapa de felicidad por tu regreso aunque en medio de ciertas dudas? -No lo tomo como dudas. Analicé muchas cosas hasta tomar la decisión de frenar actividades paralelas. Una vez que lo hice soy consecuente y voy a poner todo para ir hacia adelante. Todos me han dicho que al principio, cuando volvían, sentían no ser de acá ni de allá. Y una vez que se readaptan dicen: “Qué bien estoy”. Por el momento, siento muchísima motivación.
Víctor Baldo estuvo de paso en la ciudad, buscando su casa donde vivirá, en principio, temporariamente, lo que marca el contrato que lo une a Bahía Estudiantes para jugar la próxima edición de la Liga Nacional de Básquetbol.
“Tengo previsto instalarme definitivamente sobre el 26 de este mes. Ya con mi mujer (Natalia, de San Nicolás) y la nena (Ema), de cinco años. Ella nació en Las Palmas --contó-- pero tiene toda su documentación argentina”.
-¿Es la vuelta definitiva al país? -Realmente iré buscando cosas para hacer en la Argentina, pero tampoco cierro la puerta de España.
-Ya tenés 35, ¿evaluás alguna posibilidad de regreso como jugador o buscando otra actividad? -Siempre estuve viendo cosas más allá del básquet. De hecho tenía proyectos en marcha y pensaba que podía abrirse una puerta. De todos modos, empezaron a ponerse más fuertes las razones que me hacían pensar en volver. Pero yo insistía en concretar los proyectos que tenía allá, hasta que el llamado de Juan (Espil), el hecho que fuera Bahía y el proyecto me hizo cambiar de opinión.
-¿Tus proyectos en España son ajenos al básquet? -Por un lado había un emprendimiento que no tenía relación con el básquet y otro que sí. Como Las Palmas será una zona del Mundial (2014) siempre tuve contacto para estar relacionado con la promoción.
-¿Tenés algún estudio o sos el prototipo de jugador que se metió de juvenil en la Liga y te focalizaste únicamente en eso? -Tengo varios estudios: gerente de eventos y entidades deportivas. Aquí, en ese sentido, todavía se está un pasito por detrás. Pero en cada club que jugué siempre me interioricé y traté de aportar mi conocimiento. Entendí que debía desarrollarlo, por lo tanto, en los últimos años, estuve estudiando además de jugar.
-Entonces, el proyecto Bahía Basket puede interesarte también desde aspecto. -Por ahora voy a aprender. Hace más de un año Pepe (Sánchez) me contó lo que tenía pensado y me gustó. La temporada pasada ya hablamos de la posibilidad de compartir profesionalmente, pero yo tenía otras cosas en mente que me motivaban a quedarme en España.
“Puede ser que no me relacionen con el que jugó”
La última participación oficial de Baldo fue hace más de un año. -¿Cómo estás físicamente? -Muy bien. Me mantuve entrenando hasta enero, con la idea de sumarme a un equipo. El tema que el emprendimiento me obligó a permanecer en Las Palmas y en el equipo de Gran Canaria no había posibilidad de jugar. Por eso, eso estuve lejos de fichar en otro equipo, porque significaba viajar o dejar la familia por menos de una temporada, lo cual no me convencía. Me quedé sin jugar, pero luego estuve entrenando en la CBA (Canarias Basketball Academy), donde preparan jugadores para universidades y varios que están jugando por Europa.
Una vez que cerró su vínculo con el equipo bahiense, Víctor intensificó los trabajos en base a un plan que le envió desde nuestra ciudad el profesor Cristian Lambrecht. En la Liga jugó siete temporadas, acumulando 300 partidos con las camisetas de Regatas de San Nicolás y Estudiantes de Olavarría, equipo con el que se consagró campeón en dos ediciones. Su despedida fue en la 2000-2001.
-¿Sos consciente de que alguno va a preguntar quién sos? -Puede ser que no me relacionen con el que jugó antes. Tengo que reinsertarme y readaptarme. En el juego, como a nivel personal, volver es difícil, por lo tanto hay que organizarse y prepararse mentalmente.
-¿Qué conocés de la Liga actual? -Mucho. Gracias a los periodistas y a que mantengo un contacto activo a través de mi representante y de amigos jugadores. Cuando me fui (2000-2001) la Liga no estaba ajena al problema económicos del país. Era habitual escuchar equipos que la pasaban mal y podían desaparecer. Sin embargo, ahora hay equipos con presupuestos fuertes y jugadores que pueden ser el recambio de la generación dorada. Eso es porque la Liga siguió creciendo y está muy bien vista desde Europa.
-¿Qué estás en condiciones de darle hoy a Bahía Estudiantes? -Soy un ala-pívot, puedo jugar abierto, con amenaza de tiro exterior, algo que estuve trabajando últimamente. Por otro lado, puedo aportar en el aspecto defensivo e integrador. Soy muy de equipo.
-¿Es una presión extra saber que el equipo necesitará que tomes un rol protagónico? -La máxima presión se la pone cada jugador. Cada uno se irá metiendo en ritmo. Si algo hizo bien Bahía Estudiantes hasta ahora es no precipitarse en plantearse proyectos y objetivos altos, sino construir paso a paso. Y sé que puedo aportar mucho a ese crecimiento.