Fuera de la cancha, la serie de Peñarol y Estudiantes de Bahía Blanca viene enredada. Antes del primer partido el club “milrayitas” tuvo que solucionar un conflicto con el EMDeR para poder jugar en el Estadio Polideportivo.
Ahora el problema es el Coprosede. El comité provincial intimó ayer por la tarde al equipo marplatense a poner cuatro cámaras de seguridad en el estadio para el cotejo de esta noche. De lo contrario, no brindará operativo de seguridad y, en consecuencia, tendría que suspenderse el partido.
Aunque los directivos peñarolenses anoche evaluaban pasos a seguir, no parece haber otra salida que instalar las cámaras exigidas. Medida que incrementa en alrededor de nueve mil pesos el operativo de seguridad.
Las medidas se originan en los desmanes producidos por los hinchas de Quilmes en el último superclásico. Ya Peñarol fue obligado a instalar cuatro cámaras en la final del Interligas ante Pinheiros. Pero no se había hablado de extender la medida a la Liga Nacional.
La disposición quedará vigente hasta el final de la temporada. Cuatro cámaras para los partidos “normales” y ocho para los de Alto Riesgo. Distinción que realizará, como siempre, el Coprosede en forma discrecional.