Una noche histórica en Bahía

Ninguno de los dos logró sacarse ventajas en los primeros minutos, con el agregado que además no se mostraron muy efectivos. En los primeros cuatro minutos, entre ambos conjuntos alcanzaban un pobre 1-8 en tiros de campo, con el dueño de casa arriba por la mínima, 2-1.

Con más ganas que básquet Cedric McGowan quiso levantar la bandera ofensiva por el visitante, pero no lo consiguió, en un cuarto que encontró complicado en el aro ajeno a los dirigidos técnicamente por Marcelo Richotti. Por su parte, la practicidad fue moneda corriente en el local, que corriendo halló soluciones.

De esa forma Bahía Estudiantes se distanció 12-7 (3:36), teniendo en la figura de Federico Aguerre a su máximo artillero del periodo, con 10 tantos. A falta de dos minutos la brecha entre los dos equipos tocó su techo (17-7), distancia que se estiraría una unidad más (22-11) a 15 segundos del final, con un doble más bonificación a cargo de Lucas Faggiano.

El huésped trató de encontrar soluciones en su banco de relevos, y más allá de las decisiones ofensivas tomadas por Roberto Gabini, Gimnasia no pudo disimular el pobre 5/14 en tiros de campo con el que cerró esos primeros diez minutos. Con ese panorama se metieron al segundo cuarto, con el anfitrión arriba por 22-14.

El empuje foráneo trató de cambiarle la cara al patagónico en los primeros minutos del segundo capítulo. El tándem Feeley-McGowan se combinó para poner a los suyos a seis (24-18), de la mano del debut en la temporada del perimetral Federico Mansilla (7:23).

A pesar del envión rival, el elenco bahiense aguantó el mal momento con mayoría de suplentes en el parquet, y recién con cuatro minutos de transcurrido el segmento, José Luis Pisani hizo reingresar a “Pepe” Sánchez, para probar con la doble base (mantuvo en cancha a Faggiano).

La luz entre los dos elencos fue un elástico, que se movió entre los cinco y siete tantos, hasta que a falta de tres minutos para ingresar al descanso largo el cuadro chubutano rompió esa barrera y quedó a cuatro (31-27, parcial de 5-0), circunstancia que motivo el pedido de tiempo muerto por parte del anfitrión.

Bahía Estudiantes cerró el cuarto con una media cancha baja (“Pepe”, Faggiano y Mojica), y ese planteo le dio resultados, ya que volvió a distanciarse y encaró a zona de vestuarios con nueve tantos de ventaja, 38 a 29.

Gimnasia Indalo comenzó el tercer periodo mejor plantado. Con un triple de Santiago Scalla y un doble de Diego Romero marcó parcial de 5-0 en el primer minuto de juego, y 30 segundos más tarde, con una corrida de Shannon, quedó a sólo dos puntos de distancia (38-36), obligando al dueño de casa a pedir minuto.

La defensa anfitriona no fue la de los cuartos anteriores, y con mayor empuje de la dupla Shannon-McGowan, sumado a la conducción de Scala, el conjunto de Comodoro Rivadavia quedó a uno (44-43), en el promedio del periodo.

El elenco bonaerense dejó de lado su media cancha “baja”, pero ni esa modificación táctica le devolvió aire al anfitrión. Por el contrario, la paridad se mantuvo por algunos minutos, y si bien tuvo chances, la institución austral no consiguió pasar al frente, y a la postre se terminaría lamentando.

A 2:10 para terminar el cuarto, Juan Espil llegó a su 1691er triple en su carrera dentro de la liga nacional, convirtiéndolo en el segundo máximo anotador desde esa colocación en toda la historia de nuestra competencia, detrás de Eduardo Dominé. Con ese acierto de larga distancia, el local sacó cinco (48-43), que rápidamente pasarían a ser ocho con un doble de “Pepe” Sánchez.

En esa recta final el armador bahiense cosechó sus primeros cinco puntos del partido, y a falta de 30 segundos, con una defensa mejorada considerablemente en comparación a la expuesta en los primeros minutos de ese mismo segmento, el dueño de casa recuperó la brecha de diez tantos (55-45), la cual, de la mano de un doble sobre la chicharra de Javier Mojica, quedó en 12, de cara al acto final (57-45).

En el arranque de ese cuarto periodo, Bahía Estudiantes estableció la máxima brecha de la mano de su dueto puertorriqueño (63-47 7:51); y esa ventaja, sumada a una defensa aceptable, fue suficiente para bancar un parcial en contra de 9-2 en los siguientes cinco minutos, que lo mantuvo arriba por 65 a 56 en la recta final del partido.

Gimnasia se terminó de desdibujar, apoyado en arrestos individuales, ganas en ataque y poca defensa, que conspiraron contra cualquier intento de levantada. De esa manera Bahía Estudiantes se llevó la victoria por 74 a 58, alcanzando su mejor primera fase de la historia (desde que se juega este formato de dos zonas en primera fase), y quedando muy bien perfilado para el inicio de la segunda fase.

Síntesis
Bahía Estudiantes (74): Juan Ignacio Sánchez 5, Javier Mojica 15, Federico Aguerre 18, Ricky Sánchez 6 y Jerome Meyinsse 12 (inicial); Juan Espil 11, Lucas Faggiano 6, Mateo Gaynor 0, Ariel Zago 1, Nicolás Renzi 0, Joel Comba 0. DT: José Luis Pisani.

Gimnasia Indalo (58): Pedro Franco 3, Fernando Funes 3, Cedric McGowan 13, Terrence Shannon 15 y Diego Romero 13 (inicial); Andrew Feeley 6, Santiago Scala 3, Roberto Gabini 2 y Federico Mansilla 0. DT: Marcelo Richotti.

Parciales: 22-14 / 38-29 / 57-45.
Árbitros: Sampietro – Alaniz.
Estadio: Dr. Osvaldo Casanova.

Emanuel Niel
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