El mago apareció en el último acto

Ya se ha hablado largamente de la paridad de la Liga. Estudiantes venía de ganarle dos veces a Peñarol y en una racha de tres victorias habiendo superado también nada menos que Obras, con notable autoridad. Del otro lado Quilmes era un cúmulo de nervios e incertidumbre. Y sin embargo el cervecero dominó el tanteador 3/4 partes del juego y entró ganando por uno al minuto y medio final.

Solo un “distinto”, un mago, puede resolver con pases mágicos y acciones diferentes un partido que estaba peleado, equilibrado, y muy sucio en cuanto a juego. Estudiantes lo tiene a Pepe Sánchez y ese hándicap lo uso en el momento justo.

El primer cuarto fue un canto de esperanza para Quilmes y una obra de terror para Estudiantes. La disposición táctica de Daniel Maffei era complicarle la vida a Pepe Sánchez y le mandó a Britton Johnsen de movida en su marca individual, a sabiendas que al final del partido, por una cuestión de desgaste sería imposible. Poner a tu jugador de 2.06 mts en el frente de defensa es una apuesta de riesgo, pero la idea era contener el pick and Roll con Meyinsse con cambio defensivo y la apuesta salió muy bien.

Estudiantes se sintió muy incómodo y una vez caído el plan “A”, no tuvo argumentos válidos para pasar a otra modalidad. Perdió la friolera de 9 pelotas en solo un cuarto. Se entregaba manso a las garras de un desesperado Quilmes.

El local era todo voluntad, contracción defensiva y los mismo problemas de siempre. Desde el perímetro ni siquiera asusta y juega con 4 jugadores yendo para abajo, donde el tránsito casi siempre está congestionado. En un partido feo, Quilmes ganó el primer cuarto 15-13.

El ingreso de los relevos cambió la mano del partido. Porque el pibe Lucas Vildoza (17 años) en la base entró con mucha confianza, robó dos balones, metió un triple y le dio aire a su equipo. Por primera vez en el torneo, Quilmes encontró por un rato respuestas en su banco de suplente: Weigand 8 pts, Eseverri 4, López 2 y Vildoza 3. En total fueron 17 puntos sobre los 35 de Quilmes en el primer tiempo.

Tal vez al final de la cuenta esa haya sido uno de los tesoros más grande que se llevó el cervecero en la noche, porque ya en el segundo tiempo la rotación se redujo a 7 (con Eseverri y Weigand). Lo cierto es que Quilmes en el 2do cuarto lanzó 2/9 en triples, a diferencia del magro 0/1 del primer cuarto. Dependiendo los intérpretes en cancha Quilmes parece dos equipos diferentes.

En el segundo segmento Estudiantes fue una maquina de errar. Redujo el número de pérdidas de nueve a tres pero lanzó 1/12 en triples. Una lágrima. Se olvidó, no pudo, no quiso o no supo jugar con Meyinsse que no recibía siquiera el balón. El goleador de la liga terminó el primer tiempo con 8 puntos y 100% de cancha (4/4). Situación que en el entretiempo el técnico José Luis Pisani se encargó de recordarles.

Como el doble inicial del segundo tiempo fue de Hopson Quilmes empezó el segundo tiempo administrando una diferencia encantadora (37-27) pero no le duró mucho. La defensa de Estudiantes fue implacable sobre Hopson, cortando en una formación escalera los caminos al aro del habilidoso escolta, mientras que Truscott, generalmente confiable con el aro, no podía recibir la bola y el debut de Howell (terminó con 5/10 en dobles) demostraba que alguna ayudará brindará pero tampoco se le puede pedir mucho.

En el tercer parcial Pepe Sánchez se adueño definitivamente del desarrollo del partido y lentamente fue achicando la brecha en el tanteador para colocar un parcial favorable 12-25 y darle por primera vez la delantera a su equipo (49-52). Pisani puso un perímetro bajo con Espil de alero y tuvieron una buen juego de pases con Meyinsse haciendo todo tipo de daños en la zona pintada (11 puntos en el segmento).

Para el cuarto final lo mejor que tenía el partido era la incertidumbre del resultado porque el juego no era bueno. Por el local apareció Nicolás Ferreyra, tan necesario para la estructura ofensiva, mientras Hopson asumió la responsabilidad de tomar las decisiones calientes con el aro con suerte dispar.

Quilmes tuvo pequeños errores ingenuos a lo largo del partido que lo condenaron a la derrota, para un equipo que no le sobra nada, lanzar 10/21 en libres es suicidio. O que Hopson pierda una bola por 8 segundos en el campo defensivo, por pasar caminando tranquilamente. Se durmieron dos veces en reposiciones defensivas y así varios detalles que hacen a la concentración. Cuando la línea de la derrota y la victoria esta tan finita ese tremendo desgaste que hace el equipo en defensa se vuelve inútil por los detalles.

Estudiantes le fue dando aire a su rival, no jugó bien la primera mitad, lanzó 7/27 en triples. No usó a Meyinsse todo un tiempo, pero no dio más ventajas en el momento justo. Quilmes entró ganando al minuto y medio final 65-64 y allí Pepe Sánchez fue letal. Una penetración para asistir claramente a Ricky Sánchez que castigó con un triple. En la siguiente acción un triple del propio Pepe y finalmente una bandeja por la espalda de la defensa que no sabía que pase marcar. El base bahiense fue sacando conejos de la galera en el cierre para darle el toque diferente a un partido pobre.

El cervecero mostró su cara voluntariosa una vez más, su pobreza ofensiva, el caudal de situaciones que desperdicia por carecer de un tirador y finalmente sumó una nueva derrota. Al menos sumó un pivote natural y piensa en positivo después de tener de igual a igual al puntero de la zona sur.

Síntesis
Quilmes (68): Nicolás Ferreyra 11, Phillip Hopson 16 (x), Britton Johnsen 9, Louis Truscott 2, Rolando Howell 10 (FI); Gregorio Eseverri 7, Esteban López 2, Axel Weigand 8 y Lucas Vildoza 3. DT: Daniel Maffei.

Bahía Estudiantes (76): Juan Ignacio Sánchez 15, Mateo Gaynor 2, Ricardo Sánchez 12, Javier Mojica 11, Jerome Meyinsse 27 (FI); Juan Espil 7, Lucas Faggiano 0, Ariel Zago 2 y Federico Aguerre 0. DT: José Luis Pisani.

Parciales: 15-13, 35-27 y 52-52.
Árbitros: Diego Rougier y Fabricio Vito
Estadio: Islas Malvinas.


Foto: Majo Gil (mjgil@pickandroll.net)

Pablo Tosal
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